Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
Toda personas que se precie de escribir en cualquier forma de arte, buy puesto que la connotación gráfica excede el límite gramático, search concibe su visión del mundo y su época en expresiones culturales que la sociedad puede leer en ese tiempo, de esa forma las variaciones del arte son amplias y plurales, muchas de ellas suelen catalogarse por su técnica, armonía, formas, etc., como tendencias de una época, las cuales estructuran escuelas o movimientos culturales, pero los motivos generales de los autores parecen ser los mismos… retratar a la humanidad de su temporalidad, como nadie lo hizo antes.
Existe además la voluntad de realizar la obra en cualquier condición posible: ¿en qué circunstancias escribía Aristóteles o Platón?, ¿en qué condiciones escriben los autores salvadoreños o latinoamericanos?, ¿puede un autor escribir por accidente? ¿acaso su voluntad no está a prueba cuando no le publican un solo verso?… una cita de Jorge Luis Borges nos puede ilustrar sobre el tema en su entrevista Los reportajes The Paris Review, El Ateneo, Buenos Aires 1996, pág. 34… “cuando era joven pensaba en mí sólo como en autor de poemas. Así que pensé: “Si escribo cuentos todo el mundo sabrá que soy de afuera, que estoy irrumpiendo en terreno prohibido”. Después tuve un accidente. Yo subía una escalera; estaba oscuro y además mi visión ya era muy pobre. Entonces me golpeé la cabeza contra el marco metálico de una ventana que habían dejado abierta. La herida fue de consideración y además se infectó. Pasé un mes en el hospital. Tenía pesadillas y no podía dormir… insomnio. Después me dijeron que había estado en peligro, bien, de muerte, que era maravilloso que la operación hubiera tenido éxito. Empecé a temer por mi integridad mental…dije: “tal vez ya no pueda volver a escribir”. En ese caso mi vida hubiera prácticamente terminado, porque la literatura es muy importante para mí. No porque crea que mis cosas son particularmente buenas, sino porque sé que no puedo vivir sin escribir. Si no escribo siento… bien, una especie de remordimiento, ¿no? Entonces pensé que haría una prueba escribiendo un artículo o un poema. Pero pensé: “He escrito cientos de artículos y poemas. Si no puedo hacerlo, sabré de inmediato que estoy terminado, que todo ha acabado para mí”. Así que se me ocurrió probarme con algo que no había hecho nunca: si no podía hacerlo, no sería raro, porque, ¿por qué debía poder escribir un cuento ahora? Eso me prepararía para el golpe final y definitivo: saber que estaba en las últimas. Escribí un cuento que se llamaba, a ver, creo que “Pierre Menar, autor del Quijote” y a todo el mundo le gustó mucho. Fue un gran alivio para mí. Si no hubiera sido por ese golpe en la cabeza, tal vez nunca hubiera escrito cuentos…”
Escribir a fin de cuentas es un acontecimiento alegre, no tiene nada de inmortal, ni divino, ni siquiera es una virtud, a lo sumo es un documento impreso en humildes cuadernillos, memorias electrónicas y otras similares, pero encierra el acontecimiento de la autoconsciencia liberadora de la prisión material, en ese silencio creador puedes ser como lo desees, entonces nada te impide ser feliz…
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