Por Yemeli Ortega/México/AFP
Centenares de escritores, sovaldi sale periodistas y artistas del mundo, search entre ellos Paul Auster y Salman Rushdie, sick enviaron una carta al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, para exigir el cese de la «censura a tiros» contra la prensa y el esclarecimiento del asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa.
«Ya no hay periodistas locales, somos todos colegas. Cuando se amenaza a periodistas en México nos están amenazando a todos nosotros», dijo este lunes el estadounidense Francisco Goldman, periodista que ha colaborado en el The New York Times entre otros medios, durante una conferencia de prensa en Ciudad de México en la que se presentó la carta.
Poco antes, una comitiva de periodistas entregó formalmente la misiva en la oficina de Peña Nieto. Por ley, la Presidencia tiene entre 20 y 30 días para responder.
México, uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo con más de 80 reporteros asesinados y 17 desaparecidos desde 2000 según Reporteros Sin Fronteras (RSF), se estremeció con el homicidio el 31 de julio del fotógrafo Rubén Espinosa en un apartamento de Ciudad de México.
Junto con él, fueron asesinadas cuatro mujeres, una de ellas activista de derechos humanos, en un crimen que despertó conmoción entre organizaciones de la talla de la ONU.
«En su país, señor Presidente, las estadísticas de impunidad en los casos contra periodistas son alarmantes», estimaron los remitentes de la carta, al citar un estudio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (Ombudsman) que da cuenta de un 89% de estos casos sin resolver.
«Los reporteros mexicanos, en particular, viven en peligro mortal. Las organizaciones criminales, los funcionarios de gobierno corruptos, y un sistema de impartición de justicia incapaz siquiera de determinar la responsabilidad de los asesinos son causa de la extrema vulnerabilidad de los reporteros», añade la misiva, publicada en el sitio electrónico de PEN International, asociación global que defiende la libertad de expresión.
Espinosa trabajaba para varios medios nacionales desde el violento estado de Veracruz (este), pero tras sufrir varias agresiones, entre ellas una golpiza propinada por policías estatales en 2013 y recientes actos intimidatorios, decidió refugiarse en Ciudad de México desde principios de junio.
Las autoridades capitalinas no han aclarado los motivos del multihomicidio, que ha expandido de nuevo el temor entre los periodistas amenazados en México.
En su carta, los más de 500 remitentes denuncian una «censura a tiros» en México, y estiman que el crimen de Espinosa fue un «parteaguas» por haber ocurrido en la capital, un lugar que hasta ahora se consideraba seguro para periodistas desplazados por violencia.
Además del escritor estadounidense Paul Auster y el británico Salman Rushdie, entre los firmantes de la misiva también están el lingüista y activista estadounidense Noam Chomsky, los periodistas Carl Bernstein y Seymour Hersh, el argentino Martín Caparrós y el cineasta mexicano Alfonso Cuarón.
Mecanismo de protección «no sirve»
La carta demanda a Peña Nieto «garantizar el esclarecimiento inmediato y efectivo de los asesinatos» contra periodistas en su país, a través de una «investigación sin contemplaciones de los funcionarios estatales y municipales».
Pero también pidieron la «revisión inmediata» de los mecanismos para la protección de periodistas y un «compromiso efectivo» del gobierno para garantizar la libertad de expresión.
Norma Trujillo, una periodista de Veracruz, denunció en la conferencia que cinco compañeros cercanos a Rubén están siendo hostigados y perseguidos.
«Hemos solicitado medidas de protección ante el mecanismo federal y resulta que no se las han otorgado», aseguró.
Con una docena de comunicadores asesinados en los últimos cinco años, RSF coloca a Veracruz como uno de los tres lugares más riesgosos del mundo para periodistas, después de Irak y Siria.
Además, «los periodistas sentimos que el mecanismo (de protección en México) no sirve», comentó por su parte Marcela Turati, una reconocida periodista mexicana, al estimar que las medidas son tardías y no hay un protocolo adecuado.
La iniciativa de la carta a Peña Nieto «no tiene nada que ver con ideología. Se ha tocado un nervio, la tensión en el extranjero está solo despertando y no se va a bajar», subrayó Goldman, al asegurar que será «muy difícil» que el gobierno responda solo con «cosas cosméticas».