El 7 de diciembre de 1987, la Asamblea General decidió conmemorar cada 26 de junio el “Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas” para reforzar la acción y la cooperación, y así alcanzar una sociedad libre del consumo de drogas.
“Escucha Primero: Escuchar a los niños y jóvenes es el primer paso para ayudarlos a crecer sanos y seguros” es el lema que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha elegido para este año como una iniciativa para prevenir el consumo de drogas, una inversión eficaz para lograr el bienestar de niñas, niños y jóvenes, sus familias y comunidades.
El uso indebido de drogas es uno de los 20 principales factores de riesgo para la salud a nivel mundial y uno de los 10 más importantes en los países desarrollados. Los problemas derivados del consumo de drogas se asocian con el riesgo, cada vez mayor, de que aparezcan otros problemas de salud como el VIH/SIDA, la hepatitis, la tuberculosis, el suicidio, la muerte por sobredosis y las enfermedades cardiovasculares.
La Asamblea General mantuvo un período extraordinario de sesiones dedicado a las drogas en abril de 2016, la cual marcó un hito en la aplicación de los objetivos recogidos en la “Declaración Política y Plan de Acción sobre Cooperación Internacional hacia una Estrategia Integral y Equilibrada contra el Problema Mundial de las Drogas” de 2009, en el que se definieron las medidas a tomar y los objetivos a cumplir por los Estados Miembros para antes de 2019.
El documento resultante del período extraordinario de sesiones de la Asamblea General propone recomendaciones para reducir la oferta y la demanda, así como para mejorar el acceso a medicamentos controlados y restringir su desvío al mercado ilegal. También se tratan cuestiones relacionadas con los derechos humanos, los jóvenes, los niños, las mujeres y las comunidades; otros problemas incipientes, como las nuevas substancias psicoactivas; el fortalecimiento de la cooperación internacional; y vías alternativas de desarrollo. El texto destaca la importancia de que existan políticas y prácticas condenatorias razonales a nivel nacional para los delitos relacionados con las drogas y apoya la prevención y el tratamiento.
Desde CIDEP consideramos que la educación es esencial en cuanto a la prevención de este flagelo y al mismo tiempo es una herramienta que nos permite generar posibilidades de desarrollo de los sectores más vulnerables, que son los que más se ven afectados por el entorno de violencia generado alrededor de tráfico de drogas y por el impacto negativo del consumo de estas sustancias en el desarrollo personal y por ende social en el país.