Lima/Prensa Latina
Nuevos obstáculos tienden hoy a dificultar el objetivo de un sector de la oposición parlamentaria de destituir al presidente peruano, Pedro Castillo, objeto de cuatro investigaciones por presunta corrupción.
Por una parte, la opción de destituirlo por “permanente incapacidad moral”, una poco definida causal constitucional que solo requiere de una mayoría de dos tercios de votos, no cuenta con los 87 sufragios necesarios para deshacerse de un presidente.
El comentarista de televisión de extrema derecha Phillip Butters se lamentó de que los congresistas que por distintas motivaciones rechazan la vacancia sean más que suficientes para impedirla y sugirió acciones drásticas para defenestrar a Castillo.
Al mismo tiempo, la acusación constitucional contra el mandatario, por supuesta traición a la patria -uno de los pocos delitos por los que un gobernante puede ser separado del cargo-, evidenció su endeblez al exponer débiles fundamentos los abogados y políticos de extrema derecha.
Además, la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales rechazó la propuesta de la legisladora Norma Yarrow, del mismo partido, de reemplazar al congresista Edgar Reymundo, designado para elaborar el clave informe final sobre el caso y a quien la impugnadora pretendía descalificar por no formar parte de la oposición dura.
Con molestia, Montoya señaló que la abstención de dos integrantes de las bancadas centristas Somos Perú y Podemos, impidieron que se apruebe el cambio, lo cual puede repetirse en la sesión que debatirá y decidirá el lunes próximo si la acusación, basada en una infracción administrativa menor, se aprueba o archiva.
En ese contexto el analista de extrema derecha Fernando Rospigliosi sostuvo que la crisis “no puede ser resuelta en el marco institucional de esta democracia fallida” y demandó soluciones radicales, sin las que “el Perú caerá en un abismo insondable”.
“Ahora la invocación al golpe de Estado se llama necesidad de soluciones radicales. Cuando claudica la política, en orfandad de apoyo social, solo quedan las armas. Solo que el pedido es vergonzante”, comentó el exministro de Defensa Jorge Nieto.