Cluj-Napoca/Rumania/dpa
La selección española de fútbol cerró su semana de amistosos ante Rumania con un empate 0-0, decease que confirmó la mediocridad de su juego en los últimos tiempos y siguió alimentando las dudas.
A poco más de dos meses para el inicio de la Eurocopa de Francia, check la vigente campeona continental sigue sin convencer, por más que, ante los rumanos, Vicente Del Bosque armara un once con algunos de los jugadores menos habituales.
Tras el empate 1-1 y la pobre imagen ofrecida el viernes frente a Italia, el seleccionador español siguió haciendo pruebas y las conclusiones no fueron demasiado positivas.
“No estamos conformes con lo sucedido y puede ser que no hayamos dado nuestro nivel (en estos dos partidos), pero hemos jugado los dos encuentros fuera de casa y no hemos perdido”, señaló Del Bosque, a mitad de camino entre la autocrítica y la justificación.
Si el seleccionador español esperaba buenas noticias después del mal juego desplegado ante los italianos, apenas las tuvo. Ninguno de los aspirantes a ganarse una plaza en el próximo torneo europeo acabó de aprovechar su oportunidad, por más que el azulgrana Sergi Roberto se mostrara “muy contento” con su debut con la absoluta española.
El delantero del Celta Nolito pareció en el buen camino durante los primeros diez minutos, los de mayor dominio español, pero, como el resto del equipo, se fue apagando a medida que avanzaba el duelo y ya no disputó la segunda parte.
Pese a la solidez de Gerard Piqué en el centro de la zaga y a que Marc Bartra no desentonó, España tuvo serias lagunas defensivas. Los laterales fueron inconsistentes atrás y nada resolutivos superado el mediocampo.
Iker Casillas, arquero titular después de su suplencia ante Italia, confirmó que no atraviesa su mejor momento. No recibió ningún gol -acumula ocho partidos consecutivos con el arco a cero- y sacó una buena mano ante Nicolae Stanciu rondando la media hora, pero se mostró inseguro durante toda la primera parte y hasta dejó entrever cierta apatía.
Koke tampoco acabó de funcionar como mediocentro defensivo y el equipo apareció descompensando. Sin los ausentes Sergio Busquets y Andrés Iniesta en el mediocampo, la selección española ni controló el juego como acostumbraba ni tampoco supo qué hacer cuando no tuvo el balón.
“No hemos sacado grandes conclusiones, pero, si tenemos malos partidos, mejor que sea ahora”, señaló Koke. “En la Eurocopa vamos a mejorar porque somos un grupo bueno”.
David Silva fue quien más aportó arriba, pero Ciprian Tatarusanu, el arquero rumano, no necesitó lucirse en toda la primera parte, pobre como fue el ataque español, que sólo se despabiló en el tramo final del choque, cuando trató, sin éxito, de marcar al menos un gol.
El remate más peligroso lo firmó Piqué, en el 46’, justo antes de que Del Bosque lo sustituyera por Nacho. El madridista Isco también había relevado a Nolito a la vuelta del descanso.
Los cambios del técnico español sirvieron para agitar un poco a su equipo que, durante muchos minutos, estuvo a merced de los constantes y rápidos contraataques de los rumanos.
La falta de acierto final de los dirigidos por Anghel Iordanescu, no obstante, evitó males mayores para España, que siguió moviendo piezas, sin que casi nada cambiara.
Después de protagonizar una fase de clasificación mediocre en lo que al juego se refiere, la bicampeona europea continúa sin dar signos de evidente mejora.
Del Bosque tiene apenas un par de duelos más para cerrar el grupo que competirá en Francia del 10 de junio al 10 de julio, pero parece en una encrucijada.
Varios de los hombres que lo llevaron a la cima en el Mundial de Sudráfrica 2010 y en las dos últimas Eurocopas están en horas bajas. El seleccionador español, sin embargo, se resiste a retirarles la confianza en favor de la nueva generación, que tiene menos nombre, pero hoy día parece en mejor condición.