Roma/AFP
Olivier Baube
España se ofreció a acoger al «Aquarius», el barco de una oenegé que navega por el Mediterráneo con 629 migrantes, para evitar «una catástrofe humanitaria» después de que Italia y Malta se lanzasen en un pulso negándose a abrirle sus puertos.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, «ha dado instrucciones para que España cumpla con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias» y «acogerá en un puerto español al barco ‘Aquarius'», anunció Madrid.
«Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria», indicó, precisando que Valencia es el lugar designado para la llegada del «Aquarius», que todavía no anunció si acepta navegar hasta España, a 1.300 km, es decir una singladura de unos cuatro días.
Fletado por la oenegé francesa SOS Méditerranée, el «Aquarius» rescató el sábado frente a las costas de Libia a 629 migrantes, entre ellos siete mujeres embarazadas, 11 niños pequeños y 123 menores solos, pero se mantiene en ‘stand-by’ frente a Italia y Malta a la espera de autorización para atracar.
La propuesta española «es alentadora, esto muestra que hay Estados sensibles a la urgencia humanitaria», dijo a la AFP Sophie Beau, directora general de SOS Méditerranée. Subrayando la gran distancia que los separa de España, aseguró: «mañana ya no tendremos comida, salvo galletas energéticas».
Hace un calor tórrido en la bodega del barco, donde están la mayoría de migrantes, en particular las mujeres, había dicho anteriormente la periodista Annelise Borges, que estaba a bordo.
Salvini canta ‘victoria’
Italia considera que sus socios europeos la han dejado sola en la gestión de la crisis migratoria. Así que el nuevo ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga, cantó victoria tras el anuncio del recién investido gobierno socialista español.
«VICTORIA», escribió en Twitter. «Es la primera vez que un barco que socorre a migrantes en Libia los desembarca en un puerto que no es italiano, es la señal de que algo está cambiando», se congratuló después en rueda de prensa.
«Habíamos pedido un gesto de solidaridad por parte de Europa y este gesto de solidaridad llegó», dijo el jefe del gobierno italiano, Giuseppe Conte, dando las gracias a España.
Malta advirtió por su parte que habrá que discutir cómo evitar este tipo de acontecimientos.
«Agradezco al primer ministro español Pedro Sánchez que haya aceptado acoger al ‘Aquarius’ después de que Italia haya violado las leyes internacionales», tuiteó el jefe del gobierno maltés, Joseph Muscat, prometiendo enviar víveres al barco, a unos 55 km de sus costas.
Pero Salvini advirtió de que todos los barcos de oenegés que ayuden a los migrantes en Libia correrán la misma suerte que el «Aquarius»: «quiero pone fin a este tráfico de seres humanos» y el «problema se planteará para todos los barcos que sigan».
«Salvar vidas es un deber, convertir a Italia en un gran campo de refugiados, no, Italia ha dejado de agachar la cabeza y obedecer, esta vez HAY ALGUIEN QUE DICE NO», había escrito previamente en Twitter con el hashtag #chiudiamoiporti («cerremoslospuertos), tras la llegada frente a la costa de Libia de otro barco fletado por una oenegé alemana, Sea Watch.
Es la primera vez desde la llegada al poder de la coalición entre la Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S, antisistema) que Italia bloquea sus puertos. Salvini hizo campaña antes de las legislativas prometiendo el cierre de las fronteras a los migrantes.
Puerto seguro
Desde el rescate de estos migrantes, el sábado en la noche, el «Aquarius» buscaba un puerto seguro para desembarcar.
Malta confirmó el domingo su rechazo a recibirlos tras un comunicado de Italia que le pedía hacerlo. «Malta actúa en plena conformidad con sus obligaciones internacionales» pero «no recibirá la embarcación en sus puertos», anunció el gobierno.
«Malta no puede seguir mirando para el otro lado cuando se trata de respetar convenios internacionales precisos sobre la protección de la vida humana», fustigó el ejecutivo italiano.
La Comisión Europea había reclamado una «solución rápida» a esta crisis. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) subrayó que había «un imperativo humanitario urgente» y pidió a Italia y Malta que permitieran el desembarco de inmediato de los migrantes.
Varios puertos italianos expresaron su disposición a acoger al «Aquarius».
«Si un ministro sin corazón deja morir en el mar a mujeres embarazadas, niños, personas mayores, seres humanos, el puerto de Nápoles está listo para recibirlos», afirmó en Twitter su alcalde, Luigi de Magistris.