Por Diego Urdaneta
Madrid/AFP
El rey de España inició este lunes una ronda de consultas antes de encargar la formación de un nuevo Gobierno al conservador Mariano Rajoy, con vía libre para poner fin al bloqueo político de diez meses gracias al levantamiento del veto socialista.
Tras más de 300 días de parálisis política en España, el rey Felipe VI comenzó las consultas de dos jornadas que culminarán el martes previsiblemente con el encargo a Rajoy, en el poder desde 2011, al constatar que cuenta con los apoyos para formar un nuevo Ejecutivo.
Rajoy, de 61 años, tendrá entonces que someterse a un debate de investidura y obtener un voto de confianza del Parlamento antes del 31 de octubre, fecha límite para que haya Gobierno en España o se convoquen nuevas elecciones para diciembre, las terceras en un año.
El obstáculo para que Rajoy gobernara quedó derribado el domingo, cuando el Partido Socialista (PSOE) decidió abstenerse en la votación de investidura, en un giro de la postura que hasta ese momento sostuvo, de un «No» rotundo a un nuevo Ejecutivo conservador.
En una reunión de su «parlamento», el PSOE votó a favor de levantar el veto a Rajoy, para impedir una repetición de elecciones que tendrían «efectos muy negativos» para la formación, en plena crisis interna y que ya cosechó los peores resultados de su historia en las legislativas de diciembre y junio.
Una decisión «muy razonable», aseguró Rajoy la mañana del lunes en un foro económico en Madrid. «Confío en que pronto tendremos un Gobierno en plenitud de funciones que velará por el interés general y el bienestar de todos», tuiteó poco después.
Un nuevo Gobierno pondría fin a diez meses de bloqueo político durante los cuales el PP de Rajoy fue incapaz de sumar apoyos suficientes para formar un nuevo Ejecutivo, pese a haber ganado las dos legislativas anteriores.
En las últimas elecciones, en junio, el PP salió fortalecido con 137 escaños de los 350 del Parlamento, pero aún con el respaldo de los 32 diputados de la formación liberal Ciudadanos seguía sin mayoría absoluta, por lo que necesitaba la abstención de los socialistas.
Este bloqueo obligó al gobierno en funciones a elaborar un presupuesto prorrogado, y empieza a amenazar la recuperación económica de un país que tiene aún casi un 20% de desempleo y se encuentra bajo presión de Bruselas para cumplir un déficit público del 3,1% en 2017.
La bolsa de Madrid respiraba este lunes aliviada y crecía un 1,43% a las 12H35 GMT, casi el doble que el resto de índices europeos.
Disidencias socialistas
Ahora la gran incógnita es si los socialistas se abstendrán en bloque o habrá disidencias de algunos de sus 85 diputados, profundizando la crisis interna que estalló con la renuncia de su secretario general Pedro Sánchez hace tres semanas ante una rebelión de líderes partidarios de la abstención.
«Nosotros desobedecemos y estamos preparados para asumir las consecuencias», advirtió este lunes el dirigente del PSOE en Cataluña, Miquel Iceta, quien ha adelantado que los siete diputados socialistas de esa región se opondrán a un gobierno de Rajoy, a lo que podrían sumarse otros socialistas.
Más allá de la investidura, el PSOE teme verse desbancado por su gran rival en la izquierda, Podemos (71 diputados), quien no tardó en proclamarse la «alternativa» a lo que consideró la «Gran Coalición» entre socialistas y conservadores, según proclamó el líder «podemita», Pablo Iglesias.
Tras la renuncia de Sánchez, los socialistas quedaron bajo una directiva interina encabezada por Javier Fernández, que comunicará la nueva posición del partido al rey el martes, cuando el monarca reciba también a los líderes de las otras grandes formaciones: PP, Podemos y Ciudadanos.
Este lunes recibe en el palacio de la Zarzuela a las formaciones minoritarias.
Una vez Rajoy obtenga el encargo del rey para formar Gobierno, la presidenta de la Cámara Baja deberá convocar la sesión de investidura, que previsiblemente tendrá su última votación el sábado o domingo.
Pero aunque Rajoy se imponga, su legislatura será complicada, ya que el PP gobernará en minoría. «Tendrá que negociar cada una de las leyes, pactará con unos y con otros», advirtió el politólogo Fernando Vallespín.