Telesur
Varias ciudades españolas fueron este viernes escenario de la cuarta noche consecutiva de protestas en contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, condenado a nueve meses de prisión por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona española.
Las más violentas tuvieron lugar en Cataluña, en donde fueron detenidas al menos cuatro personas, dos en Girona y dos en Barcelona.
La polémica por el encarcelamiento de Hasel ha llegado también a Valladolid este viernes, en cuya plaza de Portugalete varios cientos de personas se han concentrado de manera pacífica esta tarde para clamar por la liberación del cantante y por la derogación de la denominada ‘ley mordaza’.
En respuesta a la convocatoria realizada por la CGT, con el apoyo de la Plataforma por las Libertades de Valladolid, más de doscientas personas se han dado cita desde las 18H00 horas en la referida plaza, ante la Catedral, para exigir la inmediata excarcelación de Hasel.
Durante las protestas en ciudades de Cataluna,como en Barcelona, los manifestantes se han enfrentado a la policía y se han reportadon heridos y detenidos durante la trifulca.
En conjunto, de los 59 detenidos esta semana en Cataluña por los altercados de esta semana solo uno ha sido enviado a prisión provisional.
En horas de la mañana de este viernes, unos 300 estudiantes se han manifestado sin incidentes por el centro de Barcelona contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, en el marco de una jornada de huelga universitaria.
La marcha, convocada por el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) ha arrancado en plaza Universitat, y ha recorrido varias calles de la capital catalana, custodiada por varios furgones de los Mossos d’Esquadra (policía local).
En esta concentración se ha leído otro manifiesto elaborado por trabajadores de la UdL (Universitat de Lleida) para pedir al equipo rectoral que se posicione en contra de la entrada de los Mossos d’Esquadra en sus instalaciones para detener al rapero leridano, el pasado martes, día 16.
El escrito, que cuenta con más de 400 adhesiones de trabajadores de las universidades públicas catalanas, condena de «manera enérgica» la entrada de la policía a una institución donde «el diálogo debería de prevalecer ante el uso de la fuerza».