Redacción Nacionales
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El español David Cabrera ha impedido que ciudadanos centroamericanos con mucha más experiencia que él dirijan el Centro Regional de Promoción de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CENPROMYPE) instancia especializa en MIYPME del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), cuyo objetivo principal es contribuir al desarrollo productivo de dichas empresas, así como mejorar la calidad de vida y el empleo de personas que trabajan en ellas, según el sitio NoticiasCA Centroamérica.
Aprovechando su nombramiento interino, utilizó mecanismos para impedir que una panameña y un costarricense dirigieran el organismo, y así perpetuarse en el puesto, actualmente ya leva 3 años en el cargo.
Según el reglamento de la institución, su función principal como interino era la de buscar la elección de un director ejecutivo, que de acuerdo a los estatutos del SICA y CENPROMYPE debe ser de nacionalidad centroamericana.
Cabrera, al tener un nombramiento interno, no hizo una convocatoria para el puesto, sino un concurso interno donde los países debían presentar candidaturas.
Se presentaron dos candidaturas, Lourdes Maritza Pérez, de Panamá, y Ricardo Montero, de Costa Rica. Montero ya tenía experiencia al frente del Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC), Órgano del Sistema de la Integración Centroamericana; y Pérez ya había sido directora ejecutiva de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), entre otros muchos puestos de importancia a nivel de Centroamérica y en Panamá.
El español declaró desierta la convocatoria, pese a que abrumadoramente estas personas superan hasta la fecha, la experiencia y capacidad del nuevo interino.
Curiosamente, ni Oscar Ramos Girón, director de la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (AMPYME) de Panamá, ni Victoria Hernández Mora, del Ministerio de Economía, Industria y Comercio de Costa Rica (MEIC) defendieron a los candidatos que ellos mismo habían presentado.
Todos estos movimientos constan en documentos legales como las actas de los consejos directivos que pueden ser solicitadas al SIECA y CENPROMYPE.
Para perpetuarse en el cargo, Cabrera cambió la normativa interna. El reglamento exige que al declarar desierta una elección se comience la otra en un periodo no mayor a tres meses, pero han pasado tres años sin hacerla.
Antes de cambiar la normativa su primera acción fue subirse el sueldo a $6,358.50 al año, más todos sus gastos de viajes y viáticos; otra de las primeras medidas que adoptó fue enviar comunicaciones a todos los empleados para estar observando el proceso de contratación, fue el primer director que se incluía a sí mismo en los comités evaluadores para asegurarse qué personas o empresas eran contratadas.
CENPROMYPE ejecuta alrededor de $10 millones en fondos de cooperación, mientras los ecosistemas de emprendimiento y las pequeñas empresas han sido abandonadas en estos fallidos 3 años de gestión.