París/AFP
Gracias a un modo de vida más sano, ingresos más altos y una mejor calidad de la atención médica, la esperanza de vida aumentó de media diez años desde 1970 en los países de la OCDE, según su Panorama de Salud de 2017.
España, segundo en esperanza de vida
La esperanza de vida es de 80,6 años en los 35 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es decir, diez más que en 1970. En 2015, el dato se situaba en 80,5 años.
Los países donde se vive más tiempo son Japón (83,9 años), y España y Suiza (ambos 83), que encabezan el grupo de 25 naciones donde la esperanza de vida es superior a 80 años.
Estados Unidos (78,8) pertenece al segundo grupo donde la horquilla está comprendida entre 75 y 80 años. La primera potencia mundial está detrás por ejemplo de Costa Rica (79,6) y Chile (79,1). Esta situación se debe «al carácter muy fragmentado del sistema de sanidad» -una parte importante de la población no cuenta con un seguro médico -, a comportamientos perjudiciales -obesidad, consumo de drogas…-, y a «tasas de pobreza más elevadas».
México y Letonia figuran como los países de la OCDE con la esperanza de vida más baja (75 y 74,6 años, respectivamente). Entre los países no miembros, pero socios de la organización, cierra la lista Sudáfrica (57,4 años), esencialmente a causa del sida.
«En todos los países de la OCDE, la diferencia entre hombres y mujeres sigue siendo pronunciada»: 77,9 para los primeros y 83,1 para las segundas.
Causas de muerte
«Más de 10 millones de decesos fueron registrados en 2015 en los países de la OCDE», según el informe, según el cual las causas principales en la mayoría de los países son las «enfermedades del sistema circulatorio y el cáncer».
Más de uno de tres fallecimientos está relacionado con una enfermedad coronaria, una crisis cardíaca, una enfermedad cerebrovascular y otros males circulares, y uno de cada cuatro al cáncer, según el Panorama de 2017.
Las diferencias son importantes entre los países: Japón y Francia registran las tasas más bajas de fallecimientos debido a enfermedades circulatorias, con 152 y 164 muertos por 100.000 habitantes, respectivamente. En el otro extremo, se halla Letonia (654). La media se sitúa en 282.
La diferencia entre países es menor respecto a la mortalidad por cáncer y está comprendida entre 123 decesos por 100.000 habitantes en México y 286 en Hungría.
Tabaco, alcohol, sobrepeso
«Mientras que la tasa de tabaquismo sigue a la baja, la lucha contra la obesidad y el consumo nocivo de alcohol no ha cosechado logros significativos».
El tabaquismo retrocedió en la mayor parte de los países de la OCDE, pero un adulto de cada cinco sigue fumando a diario. Turquía registra la tasa más elevada (27,3%) y México la menor (7,6%).
Si bien el consumo de alcohol disminuyó desde 2000 en los países de la OCDE en su conjunto, este aumentó en 13 países en el mismo periodo, entre estos Bélgica, Islandia, Letonia y Polonia. En la región de la OCDE, «un adulto de cada cinco sufre con frecuencia una sobrealcoholización episódica (bringe drinking)».
La proporción de adultos con sobrepeso en los países de la OCDE alcanzó 54%, de los cuales 19% son obesos. Los países que cuentan con el mayor número de obesos son México (33,3% de la población de más de 15 años) y Estados Unidos (38,2%).
Paralelamente, la OCDE deploró que «la lucha contra la contaminación del aire sea a menudo ignorada» por las autoridades públicas, pese a sus efectos nocivos para la salud. Las tasas de exposición a las partículas finas más bajas fueron observadas en Australia, Canadá, Finlandia e Islandia, y las más elevadas, en Corea del Sur y Turquía.