FRANCIS FANCI
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Para muchos, buy ser espiritual es vivir en una atmósfera súper natural, shop tener la mente en dimensiones astrales, dejar vagar la imaginación por paraísos celestes; les fascina que se hable de rayos cósmicos, de seres angélicos, de otros mundos, da karma, de ceremonias exóticas; mientras apartan la mirada de la injusticia social, ignoran la corrupción, evitan involucrarse “en las cosas del mundo”.
A las personas así no les gusta esta columna, yo lo sé, no les cuadra que el mago no hable de magia y hasta para algunas mentes este mago no es mago. Esto último no es importante, si lo soy y en qué nivel estoy, solo a mí concierne.
Pero he avanzado en el camino y aprendí que en proporción directa al crecimiento de la conciencia espiritual, crece también el compromiso con la vida, con los seres humanos, con el planeta y sus creaturas.
La tierra es un paraíso, pero lo que nosotros llamamos sociedad humana, es una célula cancerígena expansiva; el panorama mundial nos permite diagnosticar la proximidad de la mortal metástasis. Las células anticuerpos para defender la vida deben salir de la misma humanidad.
Aparte de lo que cada uno pueda profundizar en el universo místico estamos obligados a enfocar las facultades espirituales en el aquí y ahora; nadie negará que Juan el Bautista era un hombre espiritual, como tampoco que lo eran Ghandi, los profetas veterotestamentarios, Monseñor Romero, o el mismísimo Jesús. Todos ellos denunciaron, señalaron las porquerías de su tiempo, mientras les rodeaban “ministros de Dios” en aborregado silencio o complicidad.
Arzobispos Alas, Rosa Chávez; hermanos Tobi y Rivas y otros: ¿no tienen nada que decir acerca de la escandalosa explotación sexual de unas niñas pobres? ¿Por qué?
¿Pesan más los apellidos de los “selectos” clientes que la voz de la conciencia?
¿Ya olvidaron: “Yo no vengo a sembrar la paz, si no a poner una espada en vuestras manos”?
PORQUE NO ERES NI FRÍO,
NI CALIENTE…
FRANCIS FANCI.- Centro de Estudios e Investigaciones Filosóficas.