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Esposa de Alan Gross hace dramático llamado a Obama, tras cinco años de su detención en Cuba

Por Aldo Gamboa
Washington/AFP

La esposa de Alan Gross, sales un ciudadano estadounidense detenido en Cuba, pharm formuló este miércoles un dramático llamado a que el presidente Barack Obama actúe para conseguir su liberación antes que sea «demasiado tarde», al cumplirse cinco años de su arresto.

«Alan ha decidido que no soportará otro año como prisionero en Cuba, y temo que hemos llegado al final», expresó Judy Gross en un comunicado, para añadir que «es momento de que el presidente Obama traiga a Alan de retorno a Estados Unidos; de lo contrario, será demasiado tarde».

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, aseguró el miércoles en un comunicado que «la administración continúa haciendo todo lo posible para lograr la liberación de Alan de una prisión cubana para que retorne con su esposa e hijos».

«Estamos profundamente preocupados por la salud de Alan y reiteramos nuestro llamado por su liberación», subrayó el portavoz presidencial, estimando que «la liberación de Alan por parte del gobierno cubano por motivos humanitarios, quitaría un obstáculo para relaciones más constructivas entre Estados Unidos y Cuba».

Gross fue arrestado el 3 de diciembre de 2009 en La Habana bajo el cargo de distribuir sofisticados equipos de comunicación en momentos en que se desempeñaba como subcontratado de la Agencia Estadounidense de Ayuda el Desarrollo (USAID).

En marzo de 2011 fue condenado a 15 años de prisión por «actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado». Desde entonces, su familia pide incesantemente que el gobierno de Obama interceda para lograr su liberación y retorno a Estados Unidos.

«Ya basta. Mi marido ha pagado un precio terrible por servir a su país y su comunidad», expresó Judy Gross en un comunicado distribuido por el abogado de la familia en Estados Unidos.

De acuerdo con los abogados, en julio pasado Gross se despidió de su esposa y de su hija y desde entonces se ha rehusado a verlas nuevamente como prisionero.

Más recientemente, Gross se ha negado a recibir también la visita del personal de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, en protesta por la falta de acción por parte del gobierno para obtener su liberación.

El gobierno en La Habana ha sugerido tratar la situación de Gross en un diálogo que contemple también la suerte de tres agentes cubanos presos que cumplen condena en cárceles estadounidenses, pero Washington se niega de plano a negociar un intercambio de detenidos.

Un «obstáculo significativo»

Para la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, «la liberación (de Gross) permanece como una prioridad para Estados Unidos».

De acuerdo con Harf, el que Gross siga  encarcelado «representa un obstáculo significativo para una relación bilateral más constructiva».

Estados Unidos utiliza «canales diplomáticos para presionar por su liberación, tanto pública como privadamente, y continuará haciéndolo», agregó, sin ofrecer detalles sobre esas iniciativas.

Para Peter Kornbluh, director del Archivo de Seguridad Nacional y especialista en asuntos cubanos, la situación de Gross debe ser analizada desde la perspectiva opuesta y ser vista como la oportunidad para mejorar la relación bilateral.

Obama podrá participar en abril próximo en la Cumbre de las Américas en Panamá junto al mandatario cubano Raúl Castro, y el período hasta ese eventual encuentro es esencial para la Casa Blanca.

«Obama tendrá ahora una oportunidad entre hoy y abril para dar vuelta la página de las relaciones difíciles con Cuba. Pero para eso tiene que hacer algo con la situación de Alan», dijo Kornbluh a la AFP.

Autor de un detallado libro documental sobre los canales secretos entre Washington y La Habana en el último medio siglo, Kornbluh recuerda que los dos gobiernos ya negociaron delicados intercambios de prisioneros en 1961 y 1979.

«Si leyera mi libro, Obama estaría muy bien preparado para una reunión con Raúl Castro en abril», comentó.

Estado preocupante

Kornbluh, quien visitó dos veces a Gross en La Habana, dijo a la AFP que si bien Judy expresa temores sobre el estado físico de Gross, para él la cuestión más preocupante es su situación psicológica.

«Su estado mental es el mayor problema. Él está tan deprimido y furioso con el fracaso de su propio gobierno en protegerlo en todos estos años, que implícitamente amenaza con un suicidio al intentar un escape» de la cárcel, dijo.

Esta posibilidad «sería horrible para él y su familia, y sería catastrófica para los intereses de mejores relaciones con Cuba», añadió.

Gross mantuvo en abril de este año una huelga de hambre de una semana después de conocer que la USAID había implementado en 2010 una red social en Cuba, llamada ZunZuneo, a pesar de saber que él había sido arrestado pocos meses antes.

En una audiencia ante una comisión del Senado, el director de la USAID, Rajiv Shah, admitió que esa oficina sabía de la posibilidad de que Gross fuera arrestado en Cuba.

Las actividades de la USAID en «ambientes autoritarios» exponen «a nuestros asociados a ciertos riesgos», dijo el funcionario.

«La detención de Gross es equivocada, y la responsabilidad está en las autoridades cubanas», añadió, asegurando que pensaba «en Alan todos los días».

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