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Ana Julia Escalante, directora de la Asociación de Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos, conmemora su Trigésimo Aniversario de fundación. Solicita al Estado salvadoreño, la apertura de archivos de la época del conflicto armado para resolvercasos pendientes de niños y niñas desaparecidos en los años ochenta. Foto DiarioCoLatino/cortesía APB.

Estado salvadoreño en deuda con la verdad, justicia y reparación a víctimas

Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino

“La búsqueda de la niñez desaparecida en el conflicto armado no se trata de yo la sociedad civil y aquel el Estado. El objetivo que debe mover es el compromiso real para atender a las víctimas”, dijo Ana Julia Escalante, directora de la Asociación de Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos, en entrevista exclusiva a Diario Co Latino, en la que también afirmó que el Estado salvadoreño está en deuda con la verdad, la justicia y la reparación a víctimas.

– ¿Cuál es el horizonte de Pro Búsqueda a 3 décadas de trabajo?

Siempre al llegar a la fecha de aniversario la expectativa que tenemos es “continuar”. Si los padres y madres están claros que se debe seguir en la lucha, que Pro Búsqueda no desaparezca, que se mantengan los objetivos e ideales de la organización. Y en alguna medida calar en definitiva en algunas esferas en donde no hemos podido lograr el apoyo para resolver algunos de los casos principalmente.

Pro Búsqueda ha resuelto muchos casos desde su nacimiento en 1994, porque hemos contado con la tenacidad, el compromiso y la esperanza de estas familias que se han mantenido organizados. con esa energía de no sólo lograr encontrar a sus familiares, sino también apoyar a otras familias en la misma situación.

Es una experiencia especial cuando estos padres van a un reencuentro y allí, les nace una posibilidad de lograr celebrar el reencuentro de su familiar. Esa esperanza de continuar han confesado -que si resolvimos un caso -, el próximo pueda ser el suyo, además lo miran como un logro de Pro Búsqueda, y eso encierra una esperanza para ellos.

El Padre Jon Cortina dejó un legado en el país, con su generosidad, entrega y arduo trabajo junto a las madres que buscaban a sus hijos desaparecidos durante el confñicto armado. Foto DiarioCoLatino/Archivo

– ¿Cómo calificas el trabajo del personal técnico?

Más que trabajo es un compromiso del equipo técnico y es muy importante porque a lo largo del tiempo se ha ido relevando desde su nacimiento en 1994.

Y no solamente el personal, también las metodologías de trabajo de la búsqueda. Y reconozco que ProBúsqueda ha construido de manera muy bien cimentada su proceso de trabajo adicionando lo que ha aprendido en su camino y adaptándose para lograr acompañar a las familias. Al resolver o dar respuestas a ciertos problemas que se generan en este proceso, así como incidencia.

Se ha generado también herramientas en diferentes ámbitos, ya sea jurídicos, apoyo psicosocial, incidencia que ha terminado en toda una metodología de trabajo que ha respondido a las necesidades de las familias. Y creo firmemente que esto ha pasado porque hay un ideal.

Y el motor principal es el hecho de poder resolver los casos, son metas que asumen frente a esas niñas y niños desaparecidos. Se tiene que saber qué fue de ellos y ellas, y si junto a esto retomamos los testimonios de familiares que nos han pedido luchar -hasta encontrar al último- y conocer la verdad, entonces, allí está toda esta motivación de ProBúsqueda.

– ¿Cuál es la experiencia de reencontrar?

Reencontrar significa muchas cosas por ahora, tenemos 469 casos resueltos, de los 1,046 casos recibidos. De esos 469 casos, 291 han culminado en un feliz reencuentro. Y cuando decimos esto, es que logramos el contacto entre la persona reencontrada y su familia biológica, ya sea esta presencial o virtual. No obstante, que nuestra finalidad sea el reencuentro presencial -a veces-, no se ha podido por la situación económica u otras circunstancias.

Tenemos también algunos casos confirmados como -encontrados fallecidos-, son niñas y niños que fueran asesinados en el momento del operativo, pero otros murieron posteriormente, en el mismo contexto de la guerra de esos tenemos 89 casos de niños que murieron en esa década.

Y por las mismas condiciones del contexto de la guerra no se ha podido la recuperación de los restos de algunos de esta niñez, porque quedaron en la intemperie. Y otros que se lograron exhumar pudieron recuperarlos sus familiares, pero han sido muy pocos casos. El resto de los encontrados fallecidos ha sido a través de las declaraciones de testigos que vieron en una guinda el cuerpo del niño o niña y dan fe que no sobrevivieron.

– ¿Cómo se lleva el proceso con los reencontrados?

Esta situación es muy complicada para las familias, porque muchas veces, no se logra fácilmente lo que queremos y es que, en estos las partes no sólo son la familia biológica que busca, sino también las personas localizadas y encontradas, porque para ambos es un impacto en sus vidas.

Esto es todo un trabajo y la metodología del equipo Pro Búsqueda, que es investigativo y técnico, ha permitido atender las necesidades de las familias, sobre todo, aspectos psicosociales y atender también a las personas localizadas en la medida de lo posible .

No es un proceso fácil el reencuentro porque tiene un impacto muy emocional y tiene una carga muy fuerte, -claro -, algunos quieren saber ¿qué pasó?, ¿por qué fue a parar a otro país?, o ¿por qué lo crió otra familia?, eso los deja con muchas dudas y quieren conocer la verdad y enfrentarla, pero otros no quieren saber de esto.

Probusqueda ha logrado resolver 469 casos, de los 1,046 casos recibidos, desde 1994.Foto Diario Co Latino/Archivo.

– ¿Cómo abordan este tipo de casos?

Son alrededor de 89 casos que ya fueron localizados y saben que hay una familia buscándolos, algunos casos están resueltos, por medio de pruebas de ADN (material genético hereditario) . Y tenemos otros casos que no han querido enviar su muestra de ADN, pero si nuestro equipo ha podido constatar y reunir pruebas que señalan que son parte de los niños que desaparecieron durante la guerra.

Sin embargo, no quieren ver a la familia, algunos saben que tienen familia, porque Pro Búsqueda les ha hecho llegar toda la información, pero no quieren conocerlos. Y lo sabemos, es un gran impacto, además, es el resultado de esa separación porque estas personas lo han expresado a nuestro equipo de acompañamiento.

Algunos han dicho que crecieron sabiendo que toda su familia había muerto y que se quedaron solos; a otros les dijeron que su familia los había regalado, vendido u abandonado, o sea, una serie de mentiras.

Mientras, otras familias adoptivas han sido muy francas y les dijeron que eran de El Salvador, donde hubo un conflicto armado, son diferentes informaciones que recibieron.

– ¿Por qué es necesario el reencuentro?

Porque es sanador y como algunos han dicho, es el cierre de su ciclo de ¿quién soy?. Independiente, que el momento del reencuentro sea emocionante o muy bonito, sabemos que esto implica enfrentar esa realidad, esa verdad y saber que no están solos, que tienen a su padre, madre y hermanos.

Hay muchos que sólo se han reencontrado con sus hermanos, porque sus padres no sobrevivieron por años. Estas personas que buscan a sus familias y en este caso -hablamos de los adoptados-, que son ellos los que tienen ese vacío de quiénes son o quiénes son sus familiares.

– ¿Cuál ha sido el papel de la institucionalidad estatal?

No muy vigoroso, si existiera voluntad se podría crear un Programa con ProBúsqueda y la Comisión Nacional de Búsqueda, que también hace su trabajo en la parte de ubicación y localización, pero claro todo esto necesitaría más elementos para poder vincular y recursos para buscar e investigar.

Se necesita toda una estructura que cuente con recursos tanto para la investigación y localización, porque es toda una inversión incluída la prueba de ADN. Porque no puede darse como resuelto un caso sin una prueba científica, como la da seguridad de la prueba genética. Y, claro, todo lo que se entreteje entre los testimonios de las personas,antes de decirles que ustedes son familia.

Y también, el acompañamiento al final, porque creemos que esto tendría que ser permanente. ¿por qué?, porque allí hay muchos elementos en donde se pierden las familias, como el aspecto del cambio cultural, el idioma y las costumbres en donde ha desarrollado su vida el o la reencontrada.

– ¿Cómo enfretan estas dificultades actualmente?

Nos apoyamos en compañeros que pueden hablar inglés, otras personas nos han traducido el encuentro en francés y al alemán, porque de otra manera no podrían haberse intercambiado su primer encuentro con su familia de origen, porque su hija o hijo, no comparten el español.

Hay muchas otras cosas que generan estas brechas, recordemos, que como salvadoreños tenemos una forma de ser y los reencontrados han crecido con otras costumbres, adquirido otros comportamientos dentro de otra cultura. Por esto repito, es todo un trabajo de compromiso y el Estado bien debería aportar con un programa integrado por un equipo multidisciplinario, porque Pro Búsqueda hace lo humanamente que puede pero hay recursos que no tenemos.

– ¿Cuáles metas se plantean?

Generar diálogos francos con aquellas instituciones que participaron durante el conflicto armado como el ejército y organizaciones humanitarias, para compartir archivos e información y así lograr un rastreo de casos y deducir dónde pueden estar esta niñez desaparecida. El tema de la verdad, la justicia y la reparación digna, también sería la integración de esfuerzos que tomamos como meta, creo que mucho se politizan las cosas y los derechos humanos no son cuestión de política partidaria. Esto se trata de humanidad y uno de los derechos de las víctimas es la verdad y debemos saber a dónde están sus hijas e hijos.

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