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Gloria Silvia Orellana.
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“Las mujeres que integramos el Foro del Agua estamos presentando en el marco del Día Internacional de la Mujer una denuncia pública sobre la injusticia hídrica y la violación al derecho humano al agua que existe en nuestro país”, dijo Xenia Marroquín, coordinadora del Foro del Agua.
De acuerdo con Marroquín, son las mujeres las mayoritariamente afectadas por esta situación.
Las diversas organizaciones que integran al Foro del Agua se pronunciaron públicamente para denunciar que la profundización del modelo extractivista, neoliberal y de injusticia hídrica se ha agudizado en la administración actual que preside Nayib Bukele.
“El derecho humano al agua es una deuda histórica en El Salvador y la mala gestión de este bien común de parte del Estado salvadoreño, impacta la calidad de vida de las mujeres en el territorio nacional”, afirmó, Arely Salas, también representante del Foro del Agua.
El reporte especial de “Desarrollo Humano en Bicentenario”, publicado por el PNUD, remarca que el desabastecimiento de agua altera la trayectoria educativa y las dinámicas de los hogares, que resultaba en un aumento de la carga doméstica a las mujeres.
“En 2017, de 213 mil 860 personas de 12 años o más, que reportaron dedicar tiempo para acarrear agua en el país, el 56.4% eran mujeres. Y según la desagregación por edad, mostró que 1 de cada 4 eran niños, niñas y adolescentes de entre 12 a 17 años “, señaló Salas, al referirse al informe del PNUD 2022.
Otro de los obstáculos para una vida plena, indicó Salas, se vinculan las obligaciones por patrones patriarcales de tareas de oficios dentro del hogar, el cuido de menores o personas adultas mayores, que son tareas que toma la mayoría de su diario vivir. Y que de esta labor no remunerada invierten 39.1 horas a la semana aproximadamente.
“La mala gestión del agua en El Salvador también se expresa en la permisividad del uso del agua que se el otorga a la agroindustria azucarera de forma indiscriminada, y deja a las comunidades en desventaja y empeora la crisis hídrica”, añadió.
El monocultivo de la caña de azúcar en El Salvador utiliza 5 mil 600 metros cúbicos de agua por hectárea cultivada. Mientras que los ingenios utilizan más de 10 metros cúbicos de agua para lavar cada tonelada métrica, por lo cual, producir un 2.2 libras de azúcar requiere entre 1, 500 a 3 mil litros de agua, sostuvo Salas.
En cuanto a las Enfermedad Renal Crónica (ERC), Rosa Amelia Chavez, de la Mesa Territorial de la cuenca del Río Jiboa, del departamento de Cuscatlán, consideró que la denuncia sobre la injusticia hídrica y los derechos de la población rural era una realidad desatendida por el Estado, la que “daña con mayor intensidad a las mujeres” por ser quienes enfrentan la carestía directamente.
“En los territorios siempre se da el abuso al medio ambiente, el abuso a la vida a través del daño que se ocasiona con los monocultivos. Y no sólo hablamos del cultivo, si no también del riego, las quemas, los pesticidas y el otorgamiento indiscriminado de permisos ambientales para los cañales, los cuales son aberraciones que enfrentan en su mayoría las mujeres”. Reafirmó.
“La degradación del material pétreo del lecho de ríos, dañan también a las comunidades, porque luego de esto se convierten en factores que terminan generando las inundaciones y cuando las lluvias son fuertes hasta pierden sus huertos y animales domésticos, sus viviendas y lo más grave sus vidas”, indicó Chávez.
Gloria Cruz, representante de la Red Nacional de Juntas de Agua, reiteró que al reconocer este incumplimiento de los derechos como la salud, educación y el desarrollo de una vida digna para las mujeres, frente a la violencia que enfrentan en todos los ámbitos y aspectos de sus vidas, demandó un Estado más comprometido son sus políticas públicas.
“Aquí, las mujeres se mueren o las matan a estas últimas en manos de sus parejas, todos sabemos en el tema de feminicidios, primero desaparecen y luego mueren, ¿Por qué?, porque este también es un Estado vulnerador de derechos”, reiteró.
“Morir de un cáncer cérvico uterino, es morir a causa de un Estado violentador del derecho a la vida de las mujeres, porque son enfermedades propias de las mujeres y no se cuenta con atención integral y al alcance de todas. Incluso, la insuficiencia renal crónica, saben que la provocan los agrotóxicos y los siguen vendiendo”, manifestó Cruz. Las mujeres que integran el Foro del Agua demandan de la administración del presidente Nayib Bukele, a colocar en el centro de las políticas públicas “la vida de las mujeres, la naturaleza y un alto al extractivismo”, manifestó Ana Beatriz Miranda Mujeres Huizucareñas.
“Que el enfoque de género se coloque de manera transversal en todas las políticas públicas, generando oportunidades reales, garantizando un trabajo asalariado, justo y suficiente para el número de integrantes dependientes, que incluyen a sus mascotas. Y también reivindicamos el derecho a la salud sexual y reproductiva, la educación con enfoque de género”, dijo.
“Denunciamos la puesta en marcha de la Ley de Dominio Inminente que en nombre del desarrollo amenazan con expropiar territorios donde se ubican sistemas comunitarios y abastecimientos de agua en donde residen poblaciones desprotegidas”, concluyó Miranda.
