Dennis Argueta
@dennis__argueta
A40 años de la masacre campesina en el lugar conocido como Piedras Coloradas en el río Lempa, ocurrida en 1981, habitantes de la comunidad Santa Marta, en Cabañas, se pronunciaron debido a que existe un abandono por parte del Estado Salvadoreño hacia todas las víctimas y sobrevivientes de la masacre y exigieron una investigación de los hechos a las autoridades.
Asimismo, enfatizaron en que es necesario saber la verdad y tener justicia restaurativa debido a que el Estado está en deuda con las víctimas y sobrevivientes de la masacre.
“Por muchos años el Estado salvadoreño nos abandonó completamente, lo que multiplica su deuda con su gente, exigimos al Estado y a la Fiscalía General de la República, investigue y haga justicia. Estos hechos no pueden ser ignorados para que nadie, entre ellos el presidente de la República, se atreva a negar las graves violaciones a los Derechos Humanos cometidas antes y durante la guerra civil”, expresó Leonel Rivas, del equipo de memoria histórica.
En la madrugada del 15 de marzo de 1981, la Fuerza Armada lanzó en los cantones Santa Marta, Peña Blanca y sus alrededores, un fuerte operativo militar contrainsurgente, en el que participaron a el Segundo Destacamento Militar de Sensuntepeque, el Batallón Atlacatl y la Guardia Nacional. En los días 17 y 18, después de intensos ataques aéreos y terrestres, muchas personas fueron obligadas a cruzar el río Lempa, pasando la Frontera de El Salvador con Honduras.
El ejército quemó a su paso sus casas, cosechas, torturaron a mujeres y ancianos que estaban en sus viviendas. Posteriormente, ocurrió la masacre en el cruce del río Lempa, donde se encontraban en ambos lados de la frontera tropas de El Salvador y Honduras, que abrieron fuego contra la población que intentó cruzar. Muchos fueron arrastrados por el río y murieron ahogados debido a que la represa 5 de noviembre fue abierta con premeditación, causando el desborde del río.
El informe de la comisión de la verdad hizo una breve mención de esa masacre, en el que relata que hubo entre 20 y 30 muertos y 189 personas desaparecidas, sin embargo, de acuerdo al equipo de Memoria Histórica de Santa Marta, nadie conoce con exactitud la cantidad de muertos.
Los sobrevivientes hicieron un llamado al presidente de la República, Nayib Bukele, a ser un ejemplo y no ser un instigador de confrontación social que vive El Salvador. También se refirieron a que las lecciones del pasado deben servir de ejemplo para abandonar toda señal de autoritarismo y de una nueva militarización en el país.
“Nosotros pedimos que se declare justicia y que también se reconozca, nosotros escuchamos que mencionan algunas masacres que hubo en otros lugares, pero nosotros como departamento de cabañas no escuchamos que se menciona la masacre del río Lempa, y es por ello que nosotros seguimos en pie de lucha y mantenemos a nuestros mártires, nuestras heroínas y no lo olvidamos”, dijo María Isidora Leiva, sobreviviente de la masacre de río lempa y Santa Cruz.
Por su parte, el director del Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA), el sacerdote jesuita José María Tojeira, dijo que el caso de la comunidad Santa Marta y la masacre del río Lempa fue presentada en la Fiscalía General de la República en 2013, sin embargo, no ha habido ningún movimiento desde entonces.
Los datos de esta masacre están avalados no solamente por testimonios, sino también por testimonios desclasificados de EE. UU. Según Tojeira, este caso sería fácil de investigar porque se tienen los datos y pruebas suficientes, pero no se ha querido investigar ni proceder a pesar de que hay una acusación de Fiscalía.
“La cultura de la violencia existe en El Salvador, los temas de los que ahora nos quejamos de que se acosa a las mujeres, se persigue a los periodistas, que se niega el acceso a la información pública, tienen su raíz en estos casos y mientras estos casos no se resuelvan, no se pida perdón y no se haga verdad en estos casos de parte del Estado, los temas de violación de Derechos Humanos van a continuar en el país”, agregó Tojeira.
De acuerdo al director del IDHUCA, la impunidad cuando es sistemática crea cultura de la impunidad y cultura de la oscuridad, haciendo énfasis a la negación a dar información que el Estado debe brindar a la ciudadanía.
Los sobrevivientes hacen el llamado a que el Estado Salvadoreño los tome en cuenta y que reconozca los hechos que sucedieron en el contexto de la guerra civil, y que nieguen esos acontecimientos de la historia.
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