Washington/AFP
La administración estadounidense relanzó el proyecto de un oleoducto contestado por indígenas en Dakota del Norte, al dar vuelta una decisión tomada en diciembre por el gobierno de Barack Obama.
El cuerpo ingenieros del Ejército estadounidense anunció que otorgará el permiso para el trazado del oleoducto al que se opone la tribu sioux de Standing Rock, que dice que afecta territorios que considera sagrados y además contamina sus recursos de agua potable.
El presidente Donald Trump revivió la semana pasada este proyecto que había sido enterrado por su antecesor. Además de este oleoducto, Trump también volvió a activar el Keystone XK que igualmente había sido bloqueado por Obama en apoyo a la lucha contra el cambio climático.
El oleoducto Dakota Access se extenderá por cuatro estados a lo largo de 1.900 km y costará unos 3.800 millones de dólares.
La tubería transportará el crudo de Dakota del Norte, uno de los principales productores de petróleo y gas de esquisto, en el centro-norte del país, hasta un centro de distribución en Illinois, al sureste de Dakota.
Sus defensores alegan que abaratará el transporte del petróleo y el gas y les permitirá enfrentar mejor la competencia de la producción canadiense.
La tribu, por su parte, ha prometido recurrir la decisión del Ejército ante los tribunales y ha hecho un llamamiento a otros opositores para acudir a Washington el 10 de marzo a participar en «la marcha de las Naciones Nativas».
«Pedimos a nuestros aliados que se unan a nosotros para pedir al Congreso un proceso justo y riguroso», dijo el jefe de la tribu, Dave Archambault, en un comunicado.
«Nuestra lucha ya no es solamente en Dakota del Norte. Nuestra lucha es con el Congreso y con la administración Trump».
Además del riesgo de contaminar su agua, la tribu sioux de Standing Rock sostiene que el proyecto perjudica a áreas en las que hay sitios históricos sagrados y artefactos, y alega que no han sido consultados y que es necesaria una revisión medioambiental formal.
Energy Transfer Partners, los operadores del gasoducto, han pasado por alto las alegaciones de la tribu y afirman que el gasoducto es más seguro que los métodos de transporte actuales de trenes y camiones y que expertos arqueológicos no han encontrado ningún artefacto sagrado a lo largo del trazado.
Los opositores prometen luchar
El jefe de la tribu sioux de Standing Rock, de Dakota del Norte, criticó con dureza el controvertido proyecto de construcción del oleoducto.
«El agua potable de millones de estadounidenses está en peligro», afirmó el martes Dave Archambault II.
«Somos una nación soberana y lucharemos para proteger nuestro agua y lugares sagrados de los descarados intereses que intentan impulsar este oleoducto para beneficio de unos pocos estadounidenses ricos con vínculos financieros con la Administración Trump», agregó.
Las palabras del jefe sioux llegaron después de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército afirmase que la decisión sobre la continuidad de los trabajos llegará pronto.
Los líderes del estado de Dakota del Norte que apoyan el proyecto respaldaron enseguida la decisión del Ejército.
«Es un paso adelante hacia la conclusión de este importante proyecto de infraestructura que se ha enfrentado a meses de retrasos de carácter político», afirmó el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, en un informe.
El senador del estado John Hoeven también alabó la decisión del ejército, estimando, no obstante, que el proceso planteaba algunas preguntas.
«En el futuro necesitamos revisar el proceso de permisos para asegurar que todos tienen oportunidad de ser escuchados y que se sigue un proceso justo, cierto y legal», dijo Hoeven.
Este gasoducto ha sido objeto de intensas protestas en Dakota del Norte y en todo el país, provocando a centenares de tribus nativas estadounidenses, a grupos medioambientales y a sus partidarios.
Los opositores han acampado en tierras próximas al trazado del gasoducto, al norte de la reserva de la tribu, para bloquear la obra, llegando a enfrentarse violentamente con las autoridades.
Tom Goldtooth, director ejecutivo de la red medioambiental de los indígenas (Indigenous Environmental Network), un grupo con una fuerte presencia en las protestas de Dakota del Norte, alegó que la decisión del ejército de este jueves iba contra el protocolo y contra los procesos legales establecidos.
«Pasa por alto más de 100.000 comentarios presentados como parte del proceso de revisión medioambiental que no se ha terminado todavía», dijo Goldtooth.