Washington/AFP
Estados Unidos acoge a partir de este martes una reunión de tres días contra «la violencia extremista» en la que participarán representantes de 60 países, sildenafil tras los recientes atentados en Europa y Medio Oriente.
Anunciada en enero, poco después de los atentados de París, este encuentro reunirá el martes y miércoles a expertos estadounidenses, antes de centrarse el jueves en temas internacionales.
«Necesitamos respuestas que vayan más allá del nivel militar, más allá de la fuerza», dijo Joe Biden, vicepresidente estadounidense, a un grupo de religiosos y dirigentes comunitarios de varios países, entre otros presentes.
«Todos nosotros, incluyendo Estados Unidos tenemos que trabajar en esto desde la base», agregó Biden, enfatizando la necesidad de «incluir a nuestras comunidades y a quienes sean susceptibles de radicalizarse».
La Casa Blanca ha sido criticada por no enfocarse en la reunión de tres días sobre el combate al extremismo islámico o por no ampliar los esfuerzos militares para arrinconar a los yihadistas de grupos como el Estado Islámico (EI).
El domingo, un video fue difundido mostrando la supuesta decapitación de 21 cristianos coptos egipcios en Libia, a manos del EI.
El hecho, al igual que los dos ataques recientes en Dinamarca, ocurre semanas después de los atentados en París contra el semanario satírico Charlie Hebdo y un supermercado kosher que dejaron un saldo de 17 muertos.
Los enemigos republicanos de Obama dicen que el recusarse a emplear términos como «extremismo islámico» demuestra que no entiende la amenaza.
Su administración enfatiza que estos actos tienen poco a ver con islamismo y «no son justificables» en ninguna religión.
«Estamos muy claros en que no creemos que (ellos) representen al Islam», dijo un alto funcionario estadounidense. «Puedes llamarlos como quieras, nosotros los estamos llamando terroristas».
«Tenemos experiencia»
Se espera que Obama hable el miércoles y jueves ante los representantes de casi 70 países.
La reunión de la Casa Blanca tiene previsto analizar formas de combatir a aquellos que «inspiran, radicalizan, financian o reclutan individuos o grupos» para cometer actos violentos de extremismo.
Compartir información, vigilar «manifiestos extremistas y violentos» en las redes sociales y la efectividad de esas estrategias, son algunos de los puntos a discutir.
Los procedimientos de martes y miércoles están centrados en los esfuerzos internos de Estados Unidos para contrarrestar el extremismo.
«El objetivo del evento de hoy es asegurarnos de que la violencia extrema nunca encuentre un hogar en las comunidades de Estados Unidos», dijo Biden durante la apertura del encuentro.
«No estoy sugiriendo a la prensa ni a los invitados que yo crea que Estados Unidos tiene todas las respuestas, nosotros solo tenemos más experiencia», dijo. «Somos una nación de inmigrantes, es lo que somos», agregó.
Biden elogió al alcalde musulmán de Rotterdam, Ahmed Aboutaleb, quien estaba presente y ha criticado con fuerza los ataques en Europa.
Se espera que la reunión repase los actuales programas antiextremistas en Boston, Minneapolis-Saint Paul y Los Ángeles, que trabajan con vigilancia comunitaria y otras tácticas.
El jueves, esfuerzos internacionales serán el centro del debate, con el secretario de estado, John Kerry, dando inicio a los procedimientos.