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El Gobierno estadounidense anunció el lunes la imposición de contundentes sanciones contra el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, así como contra ocho comandantes de alto rango de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) con las que espera lograr que el país persa ponga fin a su programa nuclear, informa AFP.
Las nuevas medidas restrictivas privarán a Jamenei de acceso a»recursos financieros clave», especificó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, subrayando que «el líder supremo de Irán es quien, en última instancia, es responsable de la conducta hostil del régimen». Esta medida también permite imponer sanciones contra instituciones financieras extranjeras, que quedarían aisladas del sistema financiero estadounidense.
Por su parte, el Secretario de Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, anunció que el nuevo decreto bloqueará los activos iraníes por valor de miles de millones de dólares, al mismo tiempo que reveló que durante esta semana se incluirá en la lista de sanciones al ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohammad Javaf Zarif.
Sanciones de larga duración
Según la agencia francesa, el mandatario estadounidense ha firmado la imposición de sanciones y ha declarado en rueda de prensa que estas medidas podrían durar «años». Asimismo, el inquilino de la Casa Blanca aseguró que Washington jamás permitirá a Teherán desarrollar armamento nuclear. «Irán nunca podrá tener un arma nuclear», dijo Trump. No obstante, el mandatario aseguró que desde la Casa Blanca no buscan un conflicto con el país persa, pues esperan que las sanciones se levanten algún día.
Al presentar este sábado sus planes sobre la introducción de nuevas medidas contra la república islámica, el inquilino de la Casa Blanca criticó el actual sistema de control de las actividades nucleares de Irán, calificándolo de «inaceptable» y señalando la necesidad de ampliar las restricciones existentes.
Además, Estados Unidos tiene la intención de solicitar este lunes al Consejo de Seguridad de la ONU que se lance una campaña de máxima presión diplomática contra Irán con el objetivo de lograr la libertad de navegación en el golfo de Ormuz, afirmó el enviado especial de Estados Unidos para Irán, Brian Hook.
El pasado viernes el inquilino de la Casa Blanca confirmó sus planes para llevar a cabo un ataque contra Irán, después de que este país derribara un dron de reconocimiento estadounidense. Sin embargo, la ofensiva fue cancelada cuando el mandatario supo que, aproximadamente, 150 iraníes morirían. En su opinión, ello habría sido una respuesta desproporcionada.
El Gobierno estadounidense también culpa a Teherán de los recientes ataques contra dos petroleros cerca del golfo Pérsico, acusaciones que Irán niega. Según el Secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, las sanciones de Washington afectan a más del 80% de la economía persa.
¿Tambores de guerra?
El pasado sábado Trump ya adelantó a través de Twitter que aprobaría estas nuevas sanciones contra Irán en relación con el desarrollo del programa nuclear iraní bajo el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), acuerdo internacional de que Estados Unidos se salió en 2018.
Las sanciones reinstauradas contra Irán, que habían sido levantadas tras el histórico pacto nuclear alcanzado en 2015, han afectado a la inversión extranjera en el país en sectores como la energía, el transporte y las finanzas, golpeando particularmente a la exportación de petróleo iraní. Pompeo advirtió que las medidas continuarán hasta que Teherán adopte el comportamiento deseado por Washington.
Desde Teherán advierten que Trump debe reconsiderar estas medidas restrictivas si quiere evitar una guerra.
«Los estadounidenses deben darse cuenta: la guerra y las sanciones son dos caras de una misma moneda. Si no quieres la guerra, debes hacer algo con las sanciones», indicó Hesameddin Ashena, asesor del presidente Hasán Rohaní.
En opinión del politólogo Eduardo Luque Guerrero, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, controla y filtra la información de inteligencia sobre Irán y Oriente Medio que llega a Trump. Según el experto, estas medidas provocarán «un aumento increíble de la tensión regional, ya de por sí extraordinariamente tensa». Asimismo, recuerda que «una de las obsesiones» de Bolton «es la guerra con Irán».