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Filadelfia/Estados Unidos/dpa
Deseosa de hacer historia ante su hinchada y de rayar al más alto nivel en la Copa América que organiza, la selección estadounidense de fútbol se medirá mañana a Paraguay en busca de un resultado que certifique su pase a los cuartos de final de la Centenario.
Tanto una victoria como un empate la clasificarían para la siguiente ronda, después de la goleada por 4-0 que los dirigidos por el alemán Jürgen Klinsmann firmaron ante Costa Rica en la pasada fecha.
Estados Unidos marcha segunda en el cuadro con tres puntos, dos más que los paraguayos, que necesitan de un triunfo para seguir soñando con acompañar a cuartos a la ya clasificada Colombia.
«Dependemos de nosotros para pasar de ronda. Queremos hacerlo y meter miedo», avisó el volante de Paraguay Víctor Ayala.
El seleccionado dirigido por Ramón Díaz, sin embargo, no pudo pasar de un triste empate a cero en el primer duelo ante Costa Rica y luego cayó frente a Colombia por 2-1, con una ligera mejoría en su juego.
Pero mientras los paraguayos sucumbían frente a los «cafeteros», líderes del grupo con seis puntos, Estados Unidos confirmaba lo mucho y bien que evolucionó en los últimos años con un gran actuación frente a Costa Rica, que pareció un juguete roto ante el empuje de los norteamericanos.
Ordenado y seguro en la parte de atrás, el seleccionado estadounidense vive en ataque de la velocidad de Jermaine Jones, Clint Dempsey y Bobby Wood, expertos en lanzar el contraataque y con buen golpeo de media distancia, como probaron frente a la selección «tica».
Los dirigidos por Klinsmann quieren aprovechar ahora el plus que supone jugar al calor de su público para intentar firmar una gran actuación en la edición especial de la Copa América, en la que por primera vez en mucho tiempo está jugando con su equipo de gala.
Paraguay, por su parte, se agarra a su historia -fue campeona de la Copa América en dos ocasiones, en 1953 y en 1979- y al enfrentamiento más reciente con Estados Unidos, que se llevó por 3-1, para tratar de conjurar una despedida que parece cercana.
Pero pasaron ya nueve años desde su último triunfo sobre los estadounidenses y, en ese tiempo, el fútbol del gigante norteamericano dio un giro de 180 grados.
Los paraguayos, no obstante, siempre han sido un equipo difícil de batir, característica que mantienen, si bien desde que Ramón Díaz asumió el mando las estadísticas no le han sido muy favorables.
Con el técnico argentino, la «albirroja» sólo ha sido capaz de sumar tres victorias en 19 partidos, frente a nueve empates y siete derrotas.
La estadística y el historial, en cualquier caso, quedará a un lado mañana en el Lincoln Financial Field de Filadelfia y unos y otros lucharán por actualizarla de su lado.
Estados Unidos acude con un pie en los cuartos, Paraguay intentará ganarle la mano y evitar que ponga el otro.
