Santa Clara/EEUU/dpa
La selección estadounidense de fútbol consiguió ayer su sexta Copa Oro, la segunda desde 2013, después de una sufrida victoria por 2-1 ante Jamaica en la final.
El conjunto de las barras y las estrellas destrabó el partido cuando faltaban apenas dos minutos para el final y todo parecía encaminarse a la prórroga. El equipo caribeño se quedó por segunda ocasión consecutiva a las puertas del título.
Jozy Altidore, de tiro libre en el tiempo agregado de la primera mitad, y Jordan Morris (88’) anotaron para el conjunto anfitrión y favorito a ganar el título. El mediocampista jamaicano Je-Vaughn Watson había emparejado el marcador en el inicio del complemento (48’).
Los norteamericanos se tomaron revancha ante Jamaica, ya que los caribeños los eliminaron de manera sorpresiva en semifinales en la edición anterior (2015) y además obtuvieron medio boleto para la próxima Copa Confederaciones, de la cual todavía no se sabe si será jugada. Para el entrenador estadounidense Bruce Arena, que suma 14 partidos invicto desde su llegada al equipo, significó su tercer título. En su primera etapa en la selección de su país consiguió las Copas Oro en 2002 y 2005.
En el vestuario de Estados Unidos, Arena advirtió a sus jugadores que aquel que le tirara champagne encima no sería convocado para las eliminatorias. “Ni tampoco para el Mundial”, expresó en tono de broma.
Estados Unidos, que presentó un once inicial sin Clint Dempsey, jugó como a lo largo de toda la copa: con mucha paciencia y, sobre todo, con oportunismo de cara al gol.
Los refuerzos que llevó para la fase de finales, incluidos el portero Tim Howard y su capitán Michael Bradley, le otorgaron la pausa justa ante una Jamaica ansiosa, que se quedó con las ganas de su primer título en Copa Oro en su historia.
Bradley, que sólo jugó a partir de cuartos de final, fue nombrado el mejor del torneo.
La primera oportunidad llegó recién a los 20 minutos. Un derechazo de media distancia de Altidore generó una jugada posterior donde el capitán de los Reggae Boyz, Andre Blake, se lesionó la muñeca derecha.
Blake, una de las figuras del torneo y el valor más importante de Jamaica, tuvo que salir de cambio por Dwayne Miller. El portero salió llorando y fue consolado incluso por el entrenador rival, Bruce Arena.
Pero a pesar de la pérdida de su mejor jugador, los jamaicanos se envalentonaron y a partir de entonces dominaron ligeramente las acciones del juego. Cuando parecía que el partido se iría al descanso con el marcador en cero, Bradley fue derribado en las afueras del área rival y Altidore cobró un excelente tiro libre para el 1-0.
El gol estadounidense no pudo llegar en peor momento para Jamaica, que parecía más cómoda en la cancha y su planteamiento empezaba a generar desesperación en los futbolistas contrarios.
La recompensa para los caribeños llegó en el inicio del complemento. Al minuto 48, el mediocampista Je-Vaughn Watson remató en el segundo palo a la salida de un córner para poner el 1-1 en el marcador.
Con la igualdad, los dirigidos por Arena se lanzaron al ataque. Pero la defensa caribeña mostró su mejor versión, incluido Miller, que atajó un par de pelotas muy peligrosas y se mostró seguro en pelota parada. Pero a los norteamericanos les quedaba una última bala en los pies de Jordan Morris, que se encontró en la recta final del partido, un rebote en el área jamaicana y anotó el gol que consagró a Estados Unidos como campeón.
Los jamaicanos volvieron a caer en la final como en la edición anterior, hace dos años, cuando México los venció por 3-1.