Rafael Cabrera
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La empresa mexicana Micra, ed dedicada a la venta y distribución de microscopios, en agosto de 2011 cerró la venta de un microscopio valuado en 100 mil dólares al Centro de Estudios Avanzados de Cuba.
Era simple la operación: la institución cubana dio un anticipo de 100 mil dólares a la productora del aparato, que se encuentra en República Checa, pero el Departamento del Tesoro de Estados Unidos congeló el dinero y no lo han podido recuperar.
La razón fue que la transferencia llevaba por nombre “Cuba” y, desde entonces, está bajo una investigación en la que no les han solicitado ningún tipo de prueba.
Carlos Segovia y Roberto Villaseñor, representantes de la compañía mexicana, narran que desde entonces han iniciado una lucha legal para que el Gobierno estadounidense y Banamex Citibank les devuelvan los cien mil dólares que mantienen bajo investigación.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) no les apoyó, tampoco la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
“Nos han dicho que el Departamento del Tesoro, a través de Office of Foreign Assets Control (OFAC), mantiene el dinero bajo una investigación porque el dinero es originario de Cuba. Pero, hasta ahora, ni siquiera nos han solicitado una explicación, nunca nos han llamado para presentar pruebas”, señala Villaseñor.
No era la primera operación de este tipo que hacía la empresa mexicana, aunque sí la única con Cuba. Segovia cuenta: “Habíamos hecho muchas otras operaciones de ese estilo con diversos países de Sudamérica sin ningún problema. En esta ocasión enviamos el dinero a través de Banamex, cuya filial en Estados Unidos es Citibank, y en la ficha de depósito para la transferencia se identificó como “Anticipo de Cuba”. Y por esa razón nuestro dinero quedó congelado”.
Los empresarios han reclamado a los bancos que, como clientes mexicanos, no están sujetos a las leyes y políticas estadounidenses referentes al embargo (bloqueo) económico que pesa sobre la isla, sin embargo la respuesta ha sido nula.
“A nosotros nos informaron hasta mediados de agosto del 2011 cuando ya habíamos buscado nuestra operación por todos lados, porque simplemente el dinero no llegaba a República Checa”, dice Villaseñor.
“Pedimos a Banamex que, si ellos no podían hacer esa operación, que nos regresaran nuestro dinero y ellos decían que no lo podían regresar por que estaba detenido por la OFAC, y desde entonces así ha estado. Al final nosotros tuvimos que cubrir esa pérdida, pero nos parece injusto que casi 3 años después su investigación no concluya”.
Su principal reclamo, insisten, es que con base a las Leyes mexicanas se les devuelva su dinero, pues como clientes no están sujetos a la legislación de Estados Unidos.
“Las reglas y leyes que nos rigen a nosotros son las reglas mexicanas no las que rigen en Estados Unidos, inclusive con las reglas del comercio internacional no se está haciendo nada fuera de la ley”, dice Segovia.
Por el momento, los empresarios han iniciado un juicio mercantil ante el Juez Quinto de Distrito en Materia Civil en el DF, a fin de que se les reintegre su dinero.
Sin embargo, objetan algo: el juez ha dado cabida durante el juicio a recursos y argumentos provenientes de Estados Unidos.
Durante todo el proceso, la única prueba de que su dinero es investigado es un mail enviado por Citibank a Banamex explicando que la OFAC tiene retenido el dinero. “Como clientes estamos totalmente desprotegidos, ¿por qué creen que el embargo (bloqueo) hacia Cuba nos debe aplicar como empresa mexicana?”, cuestiona Villaseñor.