Por Ramon Sahmkov
Washington/AFP
Estados Unidos se comprometió a destinar fondos para promover la independencia energética del Caribe y Centroamérica, cialis en una cumbre en Washington con líderes de ambas regiones que, salve asegura, no es «en contra de Venezuela».
El gobierno estadounidense anunció la aprobación para este año de cinco millones de dólares para impulsar la integración de la red eléctrica a lo largo de Centroamérica.
Además abrió un concurso para financiar por hasta diez millones de dólares a pequeños emprendedores en una decena proyectos de energías renovables en el Caribe, a través de su agencia de desarrollo USAID.
«Mientras continúen el camino de la modernización, Estados Unidos seguirá apoyándolos», dijo el vicepresidente Joe Biden en un discurso a una docena de líderes caribeños y centroamericanos, en el Departamento de Estado al cerrar el conjunto de reuniones.
El «renacimiento» de América Central y el Caribe «no puede ocurrir sin un cambio fundamental en la política energética, dijo el vicepresidente, recalcando que el asunto es de «prioridad» para la Casa Blanca.
En la capital estadounidense, líderes y representantes de 23 países -pequeñas islas caribeñas y naciones de Centroamérica- sostuvieron reuniones con Biden pero también con representantes de empresas energéticas internacionales y con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el colombiano Luis Alberto Moreno.
Ninguna medida concreta surgió de las reuniones. Pero un aspecto central fue un informe presentado a los mandatarios con recomendaciones para desarrollar el sector energético en esas regiones, afectadas por marcos regulatorios ineficientes y difícil acceso al mercado financiero internacional.
«Las soluciones regionales, con la fortaleza combinada de nuestros socios en las instituciones financieras internacionales, los donantes bilaterales y multilaterales y los innovadores en el sector privado, pueden abrir las puertas del futuro (…) de energías eficientes, sostenibles y asequibles», concluyó el informe, comisionado el año pasado por el presidente estadounidense Barack Obama.
De su lado, el presidente panameño, Juan Carlos Varela, destacó la necesidad de «reglas claras» y «prácticas justas» para impulsar inversiones de largo plazo en el sector energético.
A la cita también asistieron los presidentes de Guatemala, Jimmy Morales; El Salvador, Salvador Sánchez Ceren; Honduras, Juan Orlando Hernández, al igual que los vicepresidentes de Nicaragua y Costa Rica.
«Madura» para renovables
El incremento de los precios de los combustibles en la última década aumentó la presión en muchos países de Centroamérica y el Caribe, históricamente asediadas por los vaivenes del mercado petrolero global, para hallar otras formas más baratas de energía.
En 2014, Estados Unidos lanzó la Iniciativa de Seguridad Energética del Caribe (CESI).
En general la dramática caída de los commodities ha beneficiado a muchos países caribeños y centroamericanos. Algunos han intentado reducir su dependencia en la iniciativa venezolana Petrocaribe, acudiendo al mercado.
Pero con préstamos «prohibitivos» y regulaciones arcaicas, los costos de la energía «aún siguen siendo relativamente muy altos», dijo Juan González, subsecretario de Estado adjunto para la región.
Por eso un área explorada en la cumbre fue mejorar la cooperación de países y organismos multilaterales donantes como la Unión Europea, el Banco Mundial y el BID en proyecto de energías renovables, explicó González.
La cumbre ocurre también en medio de la profunda crisis económica y política en Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo y un suplidor clave de combustible y crédito para muchos países de la región.
Petrocaribe, un programa de la estatal venezolana PDVSA ofrece a 17 países del Caribe y Centroamérica condiciones preferenciales de pago por el suministro de crudo: con años de gracia, bajos intereses y la posibilidad de intercambiarlo con productos agrícolas.
Tras dejar acumular por años miles de millones de dólares en deudas, Venezuela ha tejido férreas alianzas diplomáticas con los países socios del acuerdo en organismos como la ONU y la OEA.
Washington impulsa a los países a invertir en energías limpias, especialmente solar, eólica y geotérmica
«El área está madura» para las energías renovables», según González, quien describió la estrategia como «pro Caribe y pro América Central».
Pero «nunca se ha visto como algo que es en contra de Venezuela», afirmó.
Según el funcionario, para Estados Unidos el asunto es de seguridad nacional, al considerar la prosperidad de los países vecinos como una barrera contra las migraciones, especialmente de Centroamérica, en auge en los últimos años.
Pero los proyectos requerirán tiempo y dinero.
Según el reporte del grupo de trabajo, los países caribeños requerirán entre 20.000 y 30.000 millones de dólares para lograr la meta de 47% de generación de energía renovable para 2027.