Por Jo Biddle, drugstore Philippe Agret
Jerulaén/AFP
El secretario de Estado norteamericano John Kerry deja este lunes Israel tras intensas negociaciones diplomáticas que, cialis sale según él, try permitieron algunos progresos, aunque no se llegó a un acuerdo entre Israel y palestinos sobre un plan de paz.
Durante los cuatro días de su gira por Medio Oriente, Kerry pasó muchas horas en reuniones separadas con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas. También hizo un viaje no anunciado de un día a importantes países aliados árabes, Jordania y Arabia Saudita.
Pero Kerry parte sin haber obtenido un acuerdo-marco para resolver temas como el de las fronteras, la seguridad, el estatuto de Jerusalén o el futuro de los refugiados palestinos.
El lunes de mañana, Kerry informó de sus gestiones a Tony Blair, el emisario especial del Cuarteto diplomático para la paz en Medio Oriente (integrado por Estados Unidos, la ONU, Rusia y la Unión Europea), en su hotel de Jerusalén, al concluir su décimo viaje a la región como secretario de Estado.
Poco antes, Kerry se había entrevistado con el dirigente opositor israelí Isaac Herzog.
Debido a la actitud reservada de los responsables norteamericanos se han filtrado pocas informaciones sobre las propuestas precisas del secretario de Estado para tratar de acercar las irreconciliables posiciones de ambas partes.
Según el diario israelí Maariv, Kerry presionó a Netanyahu para que acepte una fórmula que autorice el regreso a Israel de un número limitado de refugiados expulsados en 1948, a lo cual se oponen los dirigentes del Estado hebreo.
Los negociadores israelíes quieren prolongar hasta enero de 2015 el actual ciclo de conversaciones de paz con los palestinos, que según el plan inicial debía terminar el 29 de abril próximo, agregó Maariv.
A cambio aceptarían suspender los procedimientos de planificación y de construcción en determinadas colonias de Cisjordania.
Kerry prometió que su equipo, dirigido por el emisario especial Martin Indyk, continuará trabajando aquí esta semana, y afirmó que regresará pronto a Jerusalén.
Los medios de comunicación israelíes indicaron que el propio Kerry regresará a la región la semana próxima.
Profundas divergencias impiden progresos
El domingo pasado, el secretario de Estado llevó a cabo una misión relámpago en Jordania y Arabia Saudita, amparándose en el respaldo del soberano saudita a sus esfuerzos para elaborar una solución «justa y equilibrada» al conflicto israelo-palestino.
En julio pasado, Kerry había convencido a las dos partes de volver a la mesa de negociaciones, luego de tres años de interrupción de los contactos.
Antes de partir hacia Ammán y Riad afirmó que «el camino es más claro, el rompecabezas es más definido, y para todos se han vuelto más evidentes las difíciles alternativas pendientes y las opciones que existen frente a esas alternativas».
Sin embargo, «no puedo decirles cuándo las últimas piezas ocuparán su lugar o caerán al suelo, dejando un rompecabezas inconcluso», aclaró.
Kerry señaló «progresos» durante sus prolongadas conversaciones con Netanyahu (13 horas en total) y Abas.
Sin embargo, las divergencias son muy profundas. Netanyahu acusó a la dirección palestina de manifestar su «oposición al reconocimiento de Israel como Estado judío y a nuestro derecho a estar aquí».
Un dirigente palestino, Yaser Abed Rabo, destacó por su lado que hubo «discusiones serias sobre la forma de avanzar» pero advirtió que no había que esperar de momento soluciones concretas debido a la falta de «progresos reales» sobre las cuestiones más delicadas.
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