Washington/AFP
Aldo Gamboa
Estados Unidos dio el martes un nuevo paso en su escalada de enfrentamiento comercial con China, al divulgar la lista provisoria de productos chinos cuya importación pasará a estar tarifada en aproximadamente unos 50.000 millones de dólares.
En un documento de 58 páginas divulgado este martes, Estados Unidos impacta directamente sectores de la industria china como los químicos, electrónicos, metales y también al sector aeronáutico.
La oficina del Representante estadounidense de Comercio (USTR) anunció que el gobierno también «tomará otras medidas en respuesta a la política china de forzar a empresas estadounidenses a repasar su tecnología y propiedad intelectual».
El listado definitivo de productos aún deberá ser finalizado, apuntó la oficina del USTR, pero en el documento de 58 páginas divulgado este martes se incluye una multitud de químicos, medicamentos y metales.
«La lista cubre aproximadamente 1.300 líneas diferentes de tarifas que pasarán por una revisión pública, incluyendo una audiencia. Después de completado ese proceso, el USTR emitirá la determinación final sobre los productos sometidos a tarifación», apuntó la entidad.
De acuerdo con el USTR, «el valor total de las importaciones cuya tarifación será elevada en comparable con el daño que las políticas de China sobre transferencia de tecnología provocan a la economía de Estados Unidos».
Este martes, antes de un encuentro con líderes de países balcánicos, Trump dijo no está dispuesto a mantener el déficit comercial que su país mantiene con China, estimado en unos 500.000 millones de dólares.
«Tengo un gran respeto por el presidente Xi (Jinping) (…). Pero tenemos un problema con China. Tenemos un déficit comercial de 500.000 millones de dólares al año. No podemos vivir con eso», dijo.
Por ello, adelantó, «vamos a seguir trabajando con China, vamos a seguir negociando. Nuestra relación es muy buena con China y quiero mantenerla de es forma. Pero tenemos hacer algo para disminuir ese déficit comercial».
«Atenerse a las consecuencias»
Por su parte, la Alianza de Fabricantes Estadounidenses emitió una nota en que apoyó la medida lanzada por el gobierno, y señaló que China debe «jugar limpio o atenerse a las consecuencias».
«Si China no juega de acuerdo con las reglas, debería perder parte de su acceso al mercado estadounidense. De lo contrario, nada cambiará y los empleos estadounidenses seguirán sufriendo en manos de las prácticas chinas», apuntó la entidad empresarial.
El propio Trump había adelantado hace dos semanas sobre la identificación de los productos chinos cuya importación sería tarifada, y hasta sugirió que la medida podría alcanzar hasta los 60.000 millones.
De acuerdo con Washington, para poder operar en el mercado chino las empresas estadounidenses se ven forzadas a transferir tecnología y hasta propiedad intelectual a las autoridades locales.
China y Estados Unidos iniciaron en día recientes un forcejeo público por cuestiones comerciales, que arrancó cuando Washington impuso tarifas de 25% a la importación de acero y de 10% a las de aluminio.
Washington anunció posteriormente exenciones a varios países (incluyendo a México, Argentina y Brasil) pero mantuvo al gigante asiático entre los afectados por los pesados aranceles.
En respuesta, China anunció esta semana una represalia considerada moderada, al anunciar tarifas a productos estadounidenses que alcanzan unos 3.000 millones de dólares, concentrándose en particular en items como la carne de cerdo.
Esta medida china fue interpretada por analistas como una señal de Pekín sobre su disposición a no dejar sin respuesta cualquier tentativa estadounidense de pasar a imponer tarifas en el intercambio comercial.