Nueva York/AFP
Delphine Touitou
Estados Unidos llegó a un acuerdo con el grupo de telecomunicaciones chino ZTE, que permitirá a la compañía retomar normalmente sus actividades, anunció el jueves el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross.
Ross explicó a la cadena de televisión CNBC que el acuerdo incluye una multa de 1.000 millones de dólares a la firma china y el requerimiento de que cambie su junta directiva.
En abril, el grupo chino fue privado de los productos tecnológicos de Estados Unidos por violar sanciones impuestas por Washington a Corea del Norte e Irán, medidas que amenazaron con dejar a ZTE fuera del negocio.
Ross dijo que el acuerdo incluye «la formación de un departamento de supervisión» escogido por Washington para monitorear el accionar de la compañía.
«Ellos pagarán a esas personas, que responderán al nuevo director», explicó Ross.
«Es un acuerdo muy estricto. El más estricto y elaborado acuerdo que haya llegado jamás a manos del Departamento de Comercio contra algún violador de los controles de exportación», dijo.
Varios legisladores estadounidense habían sin embargo advertido del riesgo de reducir las sanciones contra ZTE, citando riesgos a la seguridad nacional.
Pero el presidente Donald Trump dijo el mes pasado que buscaba opciones para evitar el cierre de la empresa china.
Las noticias llegan en medio de crecientes tensiones comerciales entre Washington y Pekín, con Trump amenazando con imponer tarifas a los productos tecnológicos chinos para reducir el amplio déficit comercial.
Vía libre al espionaje
«La administración Trump da a ZTE y a China vía libre para espiar a los estadounidenses y vender nuestra tecnología a Corea del Norte e Irán», advirtió Ron Wyden, senador demócrata por Oregon.
Incluso en el campo republicano el acuerdo encuentra resistencias.
«Les puede asegurar al 100% que ZTE representa una amenaza mucho mayor para la seguridad nacional que el acero de Argentina o de Europa», comentó en un tuit Marco Rubio, senador republicano de Florida. «Muy mal acuerdo», deploró, en momentos en que los aliados europeos, canadienses y japoneses organizan un frente anti Donald Trump en el G7 Quebec.
El jefe de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, criticó por su parte la política comercial de Trump, consistente en golpear a sus aliados como Canadá, México y Europa en lugar de exigir a China.
«Esta decisión es un giro de 180 grados de las promesas del presidente de ser duro con China. Corresponde ahora al Congreso actuar para volver a este acuerdo», comentó también el senador por Nueva York.
Wilbur Ross negó el jueves que exista una relación entre el caso ZTE y las negociaciones comerciales con China aunque el acuerdo fue anunciado días después de una tercera ronda de negociaciones realizada la semana pasada en Pekín.
La Casa Blanca exige a China que reduzca en 200.000 millones de dólares el déficit comercial de Estados Unidos (más de 375.000 millones en 2017). Pero Pekín se niega a considerar hasta ahora ese monto.
Propuso en cambio a su socio estadounidense comprar bienes adicionales por cerca de 70.000 millones de dólares, a condición de que la administración Trump abandone la amenaza de imponer aranceles sobre mercaderías chinas por 50.000 millones de dólares, confirmó el miércoles un alto funcionario estadounidense.