Washington/AFP
Ian Geoffrey Timberlake
Estados Unidos insistió el domingo que un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos es posible, pese a la ira que causó en el mundo árabe el anuncio del traslado de la embajada de Washington a Jerusalén.
En víspera de la apertura de la legación diplomática en la ciudad santa, el secretario de Estado, Mike Pompeo dijo ser optimista del éxito de los esfuerzos para poner fin al viejo conflicto.
Por su lado, el Asesor de Seguridad Nacional John Bolton consideró que el traslado de la embajada haría «más fácil» alcanzar la paz.
La decisión del presidente Donald Trump de mudar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén rompió con un viejo consenso internacional de que el estatus de Jerusalén sería determinado por un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos.
Se espera que miles de palestinos protesten el lunes en la frontera entre Gaza e Israel contra la instalación de la embajada de Washington en Jerusalén.
El liderazgo de la Autoridad Palestina se ha negado a hablar con los representantes de Trump desde el anuncio del traslado de la legación, ni siquiera con su yerno Jared Kushner, a quien designó para impulsar el proceso de paz.
Consultado durante una entrevista este domingo con Fox sobre si le quedaba vida al proceso de paz, Pompeo respondió: «Ciertamente, el proceso de paz no está muerto».
«Estamos trabajando duro» y «esperamos encontrar un salida favorable», agregó Pompeo, cuyas primeras dos semanas al frente del Departamento de Estado han estado enfocadas en acordar la cumbre entre Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un.
Además de las protestas de los palestinos, también se esperan el lunes manifestaciones en otras capitales del mundo árabe cuyos gobiernos han afirmado que el estatus de Jerusalén debe formar parte de un acuerdo final de paz.
Pompeo dijo ser consciente de que podría haber problemas de seguridad para las embajadas de Washington y los ciudadanos estadounidenses en la región en los próximos días, por lo que se han «tomado una serie de medidas» que «reducen ese riesgo», señaló Pompeo.
«Reconocer la realidad»
Por su lado, Bolton, consideró que el traslado de la legación a una ciudad cuya zona este los palestinos reclaman como capital de un futuro estado, no socava el proceso de paz.
«Creo que lo hace más fácil. Es un reconocimiento de la realidad», argumentó en una entrevista en la cadena ABC.
«Si uno no está preparado para reconocer que Jerusalén es la capital de Israel y que allí es donde debe estar la embajada estadounidense, entonces se está en una longitud de onda completamente diferente», dijo.
«Reconocer la realidad siempre mejora las probabilidades de alcanzar la paz», insistió.
El embajador estadounidense en Israel, David Friedman, quien ha apoyado el establecimiento de asentamientos judíos en Cisjordania, también señaló que aún hay esperanzas de paz en la región.
Reconociendo el enojo palestino, Friedman dijo a la cadena Fox que el ánimo «cambiará con el tiempo porque comprenderán que Estados Unidos les sigue extendiendo la mano en paz y la gente necesita enfocarse en las cosas importantes, la calidad de vida, más infraestructuras, más seguridad, mejores hospitales».
La Organización para la Liberación de Palestina ha calificado la decisión de Estados Unidos de trasladar su embajada a Jerusalén como «una provocación a todos los árabes».
La apertura de la legación el 14 de mayo coincide este año con el 70° aniversario de la creación del estado de Israel en 1948, que los palestinos llaman Naqba, su «día de catástrofe».