Antiguo Cuscatlán / AFP
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, pidió el miércoles a los ministros de Seguridad de Guatemala, El Salvador y Honduras, detener nuevas caravanas de migrantes que en forma irregular pretenden llegar a su país.
En la búsqueda de soluciones a migración, Nielsen les pidió mostrar «liderazgo para detener la formación de las caravanas» que a su juicio «han traído crimen, violencia e inestabilidad a la región».
El encuentro de Nielsen y sus homólogos que celebran la cuarta reunión de ministros de Seguridad del Triángulo Norte, se produce en la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (ILEA, por sus siglas en inglés), ubicada en el sector oeste de San Salvador.
«Debemos trabajar juntos para luchar en contra de estos grupos que están siendo predadores (traficantes de personas) de toda la población», destacó la funcionaria estadounidense.
Al final de la reunión, según Nielsen, firmarán una declaración conjunta para tener «un acuerdo compacto» entre Estados Unidos y los países del Triángulo Norte, al cual espera que se sume México.
En ese sentido, el ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador, Mauricio Ramírez, adelantó que ese acuerdo estará plasmado en un «memorando de cooperación» y su respectivo «plan de acción» que busca fortalecer el combate de estructuras del crimen transnacional.
«La iniciativa plantea cuatro áreas de enfoque: combate de la trata y el tráfico ilícito de personas, contrarrestar la delincuencia organizada y pandillas, expandir el intercambio de información e inteligencia y fortalecer la seguridad fronteriza», resume Ramírez.
En la parte de migración, según el ministro salvadoreño, los países buscan fortalecer su capacidad para «detectar, desalentar y desmantelar las operaciones del tráfico y contrabando de personas», atacando sus finanzas, logística y plataforma de comunicación.
Los países signatarios del acuerdo, tienen previsto «homologar y armonizar» la legislación para mejorar el combate a las organizaciones criminales de tráfico de personas, y a las pandillas.
En cuanto al intercambio de información de inteligencia, las partes pretenden «ampliar» el uso de plataformas de comunicación compartida para rastrear delincuentes y obtener así «información anticipada» para evitar que transiten por la región.
En virtud de ese acuerdo, Nielsen explicó que tendrán «reuniones regulares» debido a que los países comparten «una causa común» para resolver los problemas de la migración irregular y además para «avanzar en la prosperidad y seguridad» de las naciones involucradas.
Desde octubre pasado y principios de este año, miles de Hondureños, salvadoreños y guatemaltecos indocumentados marcharon en caravanas hacia Estados Unidos.
Muchos marcharon huyendo de las pandillas o por la falta de empleo.
No obstante, la dura postura del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra la migración ha complicado, sin embargo, el objetivo de los migrantes de pedir asilo en territorio estadounidense.
Cifras del Observatorio Consular y Migratorio de Honduras, reveladas el pasado 7 de febrero, indican que un total de 12.576 guatemaltecos, hondureños y salvadoreños fueron deportados en enero desde Estados Unidos y México, a donde habían viajado en busca de mejores oportunidades.
El Observatorio precisó que hubo 6.168 deportados guatemaltecos, 4.610 hondureños y 1.798 salvadoreños.
Ese mismo Observatorio indicó además que entre los tres países del Triángulo Norte, la cifra de deportados en 2018 estuvo cerca de 200.000.