Naciones Unidas / Prensa Latina
El representante permanente alterno de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy, denunció las acciones del Gobierno de Estados Unidos en el organismo multilateral para tratar de desacreditar a Venezuela y sus autoridades.
«Hay mucha preocupación por la situación en ese país, que enfrenta numerosos problemas provocados por presiones externas con el objetivo de lograr un cambio de régimen», declaró a la prensa.
«Contrario a lo que dicen algunos, Rusia no quiere interferir en los asuntos de ese país, no es Moscú quien intenta reconocer o no a un Gobierno», observó.
«El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, no debe tener mucha experiencia diplomática en ONU y así lo demostró aquí la víspera, al cuestionar la autoridad de los representantes diplomáticos de Venezuela ante el organismo multilateral», agregó.
Washington trata de convencer al mundo de que las autoridades de Caracas no son legales o legítimas, y quiere imponer otras a su conveniencia, señaló refiriéndose a Juan Guaidó, titular de un parlamento en desacato quien se autoproclamó «mandatario encargado» desconociendo la constitución de Venezuela.
El embajador Samuel Moncada es el representante legal de esa nación y su Gobierno en la ONU, y no otro, recalcó.
Polyansky ofreció detalles de la ayuda que envía Rusia a Venezuela, previa coordinación con el Gobierno de Caracas y basados en acuerdos de cooperación técnica.
No se trata de una ayuda militar, como apuntan medios de prensa, estamos enviando especialistas técnicos, en sistemas eléctricos, ingenieros, entre otros, apuntó el embajador.
Eso es algo que Moscú ha hecho otras veces y que algunos quieren tergiversar ahora, observó.
Caracas está dispuesta a colaborar con la ONU y sus agencias en los temas de asistencia, añadió, pero el Gobierno norteamericano quiere hacer de esto un problema al decir que el Gobierno se robará las ayudas o no las dará al pueblo.
También reiteró la preocupación expresada por autoridades y países miembros de la ONU de que la ayuda humanitaria no debe ser politizada ni usada como arma.
Por ejemplo, subrayó el diplomático ruso, vemos cómo la administración norteamericana con una mano intenta estrangular económicamente a Venezuela, y extiende la otra para ofrecer una supuesta ayuda.
Washington impuso fuertes sanciones a Caracas, bloquea sus fondos en países extranjeros y entorpece sus transacciones financieras pues desea crear la impresión de que Venezuela es un estado fallido y no se puede hacer cargo de sus ciudadanos, indicó el embajador.
Asimismo, mostró preocupación ante la posibilidad de que el presidente estadounidense, Donald Trump, considera la opción militar contra Venezuela y recordó que solo mediante el diálogo podrá encontrarse una solución.
Toca a los venezolanos, por medio de un diálogo inclusivo, buscar alternativas, pero Guaidó no está preparado para esto y solo se mantiene a la espera de las instrucciones de Washington, lamentó el diplomático ruso.
A su juicio, la comunidad internacional debería unirse para ofrecer una ayuda desinteresada a Venezuela, en respeto a la normativa internacional y a las autoridades legítimas de ese país.