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Por Aldo Gamboa
Washington/AFP
El departamento estadounidense del Tesoro retiró a numerosas personas y empresas vinculadas a Cuba de su lista de sanciones comerciales, unhealthy diagnosis como parte del proceso de reaproximación iniciado por Estados Unidos y Cuba después de medio siglo.
En un escueto comunicado, sovaldi la división de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro informó que fueron retirados de la lista de sanciones seis personas, 37 compañías y varias embarcaciones navales, incluyendo navíos que operan con bandera chipriota.
En casi la totalidad de los casos, se trata de empresas operadoras de turismo y empresas navieras con sede en Panamá y que operan preferencialmente con Cuba. El listado incluye por lo menos una compañía, la Empresa de Navegación Mambisa, con sede en La Habana.
La OFAC mantiene y actualiza constantemente una lista de empresas y personas que tienen prohibido establecer relaciones comerciales o financieras con Estados Unidos, y cuyos bienes en territorio estadounidense resultan congelados.
Estados Unidos y Cuba anunciaron en diciembre pasado el inicio de un proceso de reaproximación para restablecer sus relaciones diplomáticas y eventualmente reabrir las respectivas embajadas.
Para que el proceso avance, Cuba ha solicitado que la isla sea retirada de la lista del Departamento de Estado de países que promueven el terrorismo.
El Departamento de Estado ya informó que el proceso de revisión sobre la presencia de Cuba en esa lista está en marcha.
Como parte del proceso de reaproximación, Washington ya flexibilizó diversas normas y restricciones a viajes personales e intercambio comercial con Cuba.
Para el analista Jason Marczak, del Atlantic Council, la decisión del departamento del Tesoro debe ser considerada un «paso positivo» para el proceso de reaproximación de los dos viejos vecinos adversarios.
«Es un paso positivo porque esto revela que el OFAC está revisando cuidadosamente las normas para adaptarlas a la nueva política» de la Casa Blanca hacia Cuba, comentó Marczak a la AFP.
La remoción de estos individuos y entidades de una lista de sanciones es un proceso «separado y diferente» de la exclusión de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, puntualizó Marczak, pero «me parece que ayuda mucho» en la construcción de un mejor ambiente para las conversaciones bilaterales.
Diálogos a pasos cuidadosos
No obstante, el embargo estadounidense a Cuba se encuentra codificado en varias leyes, y por lo tanto el enmarañado jurídico sólo podrá ser completamente desmontado por el Congreso, donde la mayoría republicana no ve con buenos ojos el acercamiento a La Habana.
Los dos países esperaban que la marcha de los acuerdos permitiría reabrir las respectivas embajadas antes de la Cumbre de las Américas, que se realizará en Panamá en abril, y en la que estarán presentes los líderes Barack Obama y Raúl Castro.
Estados Unidos y Cuba mantuvieron ya dos rondas formales de diálogo de alto nivel y un tercer encuentro con los mismos interlocutores, y aunque las dos partes hablan de «progresos» en la conversaciones, la posibilidad de anuncios antes de la Cumbre de las Américas parece disminuir.
Por el momento, esos contactos se limitan a acuerdos fundamentales que permitan convertir las actuales Oficinas de Interés recíprocas en Washington y La Habana en embajadas plenas.
Funcionarios cubanos y estadounidenses ya han puntualizado que la «normalización» de las relaciones diplomáticas será el resultado de un proceso más extenso y complejo, que tendrá como eje fundamental el fin del embargo estadounidense a la isla.
