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Por Ramon Sahmkov
Washington/AFP
Estados Unidos retirará a fines de septiembre de Ecuador su personal de la agencia de cooperación en la lucha antinarcóticos, click clinic una ayuda que ya ha cortado con otros países latinoamericanos críticos de Washington.
La oficina del INL, viagra ente del Departamento de Estado que coopera con más de 17 países de la región, «va a cerrar» en Ecuador, dijo este miércoles su director William Brownfield, en una audiencia en el Congreso.
«Tendremos a todos (los funcionarios) fuera para el fin de septiembre de este año», señalo el alto funcionario, sin detallar el número de agentes actualmente en el país suramericano.
La oficina del INL cerrará luego de más de 30 años en Ecuador, dijo Brownfield.
Según el funcionario, esa «decisión refleja la realidad de la naturaleza de cooperación» bilateral, que quedó en entredicho luego que Quito exigió en abril pasado la salida de 20 militares y funcionarios estadounidenses acreditados en la capital ecuatoriana.
Los principales objetivos del INL en América Latina son reducir el tráfico de armas y drogas, así como la violencia asociada, y fortalecer las instituciones, según su sitio web.
Ello incluye entrenamiento de fuerzas de seguridad y funcionarios judiciales, erradicación de cultivos ilícitos en Colombia y Perú y operaciones contra el lavado de dinero.
Ecuador es un mayor corredor de cargamentos de cocaína en la región y se estima que unas 110 toneladas pasan por el país suramericano anualmente, según un informe del INL de 2013.
«Desconfianza mutua»
El fin de la agencia INL en Ecuador marca otra página del alejamiento de Washington de la región, donde varios gobiernos se han vuelto recelosos de la presencia norteamericana.
Venezuela dejó de colaborar con la agencia federal antidrogas DEA en 2005 durante el gobierno del fallecido expresidente Hugo Chávez y sostiene que su estrategia antidrogas ha dado mejores resultados, una afirmación disputada por Estados Unidos.
No obstante, Brownfield reconoció que «a lo largo de 2013 por primera vez hubo evidencia de algunos esfuerzos por parte del gobierno (venezolano) para encarar el tráfico de drogas».
«Reconocimos que hubo algunos avances, algo de comunicación y francamente hubo evidencia de reducción en el monto de tráfico que volaba de Venezuela hacia el corredor de América Central y México», añadió el funcionario, que sin embargo estimó que «aún tenemos un desafío» en el país caribeño.
La DEA también fue expulsada en 2009 de Bolivia, cuyo gobierno la acusó de complot y el año pasado Washington informó de la conclusión del programa de apoyo antidrogas.
No obstante, Estados Unidos mantiene una estricta colaboración con los gobiernos de México y Colombia en millonarios programas de lucha antidrogas. Los roces entre Quito y Washington han afectado otras instancias de cooperación.
En diciembre, el presidente Rafael Correa, en el poder desde 2007, también puso fin a las actividades de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), acusada meses antes de financiar a la oposición.
Asimismo, al inicio de su mandato decidió no renovar el convenio que le permitía a militares estadounidenses operar una base antidrogas en el puerto ecuatoriano de Manta (sureste).
Criticado por Washington por sus vínculos con Irán, Bielorrusia y el refugio otorgado al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, Correa admitió meses atrás que existe una «desconfianza mutua» con Estados Unidos.
A pesar de ello, el gobierno ecuatoriano negó que pretendiera abrir un conflicto diplomático con Estados Unidos con la expulsión de los militares y funcionarios de abril último, y reiteró los planes para que el secretario de Estado John Kerry visite el país.
Brownfield formuló estas declaraciones el miércoles en el marco de una audiencia ante el Subcomité de Adjudicación Presupuestaria de la Cámara de Representantes, en la que cuestionó además los recortes que sufrió su departamento en el presupuesto de este año.
