Por Mathilde Richter
Berlín/AFP
Por primera vez en 40 años Estados Unidos se convirtió en 2015 en el primer socio comercial de Alemania por delante de Francia, mind doctor una consecuencia de la debilidad del euro pero también del alejamiento entre las dos principales economías europeas.
La tendencia, detectada a mediados de año con cifras provisionales, fue confirmada el miércoles la oficina federal de estadísticas: por primera vez desde 1975, Francia no es primer socio comercial de Alemania.
El cambio se explica en gran parte por la tasas de cambio y por la buena salud de la economía estadounidense pero también tiene significación política, en una Europa más que nunca dividida por la crisis de los refugiados.
Durante años el término «primer socio comercial» fue el símbolo de las buenas relaciones políticas y económicas entre Francia y Alemania, considerados el motor de Europa.
Anton Borner, presidente de la federación alemana de exportadores (BGA), cree que la evolución del saldo comercial con Francia «es un punto de inflexión, un cambio a largo plazo». Esto no quita que el país siga siendo «un socio muy importante, políticamente el más importante», dijo Borner recientemente a la AFP.
Prueba de ello es que el viernes la canciller alemana Angela Merkel estará de nuevo en París para buscar una posición común con el presidente François Hollande antes de una cumbre crucial sobre la crisis de los refugiados.
La clasificación de la oficina alemana de estadísticas indica que la suma de exportaciones e importaciones entre Francia y Alemania fue de 170.000 millones de euros en 2015, frente a los 173.000 entre Alemania y Estados Unidos.
Francia también perdió su primer lugar en las exportaciones: las compañías alemanas vendieron a Estados Unidos por valor de 114.000 millones de euros en 2015, frente a 103.000 millones de euros a Francia, que desde 1961 había sido el principal destino de los productos alemanes.
Sin embargo Alemania sigue siendo el principal socio comercial de Francia: el 16% del total de las exportaciones francesas tuvieron como destino Alemania y el 17% del total de importaciones procedieron de ese país.
Entre 2014 y 2015 las importaciones alemanas hacia Francia aumentaron un 2,3% entre 2014 y 2o15 y las importaciones de origen francés subieron un 0,4% en el mismo periodos.
Este aumento es sin embargo mucho menor que el salto que experimentó en 2015 el comercio germano-estadounidense: un 19% más en las exportaciones hacia Estados Unidos y un aumento del 20% en las importaciones de productos estadounidenses.
El fenómeno se explica por la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que ha tenido como consecuencia la caída del euro frente al dólar y ha estimulado las ventas de los países europeos fuera de la zona euro.
El aumento de ventas de productos alemanes en Estados Unidos, la primera economía mundial, fue importante en sectores como la química (+10%) o la maquinaria (+12%), coches y equipamiento automovilístico (23%).
Además Estados Unidos ha sustituido a China como primer destino de la maquinaria alemana, explica el economista Ralf Wiechers, de la federación de fabricantes VDMA.
«Pero estamos preocupados por el tejido industrial francés» porque durante años Francia ha tenido una «política de grandes grupos» y le faltan empresas dinámicas más pequeñas, indica el experto.