Washington / AFP
Estados Unidos anunció el viernes que estaba de acuerdo con sus rivales rusos y chinos en un punto clave de las negociaciones de paz en Afganistán: la retirada de las tropas extranjeras del país.
Zalmay Jalilzad, emisario de Estados Unidos para Afganistán, se reunió con emisarios chinos y rusos en Moscú para llegar a un consenso sobre el final de esta guerra, la más larga de la historia estadounidense.
Un comunicado común firmado por estas tres grandes potencias, a menudo en desacuerdo sobre temas internacionales, pide un proceso de paz «inclusivo y dirigido por Afganistán».
«Las tres partes piden una retirada organizada y responsable de las tropas extranjeras de Afganistán», indica el comunicado de la diplomacia estadounidense.
Según la misma fuente, los talibanes «se han comprometido» a combatir a la organización yihadista Estado Islámico (EI) y a cortar sus vínculos con Al Qaida.
Estados Unidos inició el pasado verano boreal conversaciones con los rebeldes islamistas, que se niegan a hablar con el gobierno afgano, acusado de ser una «marioneta» bajo control estadounidense.
Los talibanes han prometido «asegurar que las zonas bajo su control no se utilizarán para amenazar a otro país», según el comunicado del departamento de Estado, que pide a los insurgentes islamistas que impidan «cualquier financiación, contratación o entrenamiento de terroristas».
Rusia y China siguen de cerca la situación en Afganistán, donde unos 14.000 soldados soviéticos murieron entre 1979 y 1989 en un conflicto contra muyahidines respaldados por Estados Unidos.
China ha incrementado su compromiso militar y económico en Afganistán, inquieta por que los combatientes lleguen hasta su región de Xinjiang (noroeste), de mayoría musulmana y que fue escenario de sangrientos atentados en el pasado.
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