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Estados Unidos se retira del acuerdo de cambio climático de París

Washington/PL

El presidente estadounidense, Donald Trump, decidió retirar a su nación del Acuerdo de París y trabaja con el director de la Agencia de Protección Ambiental, Scott Pruitt, para dar ese paso, difunden hoy medios locales.

El acuerdo de París fue firmado por cerca de 200 países en 2015, tiene como objetivo limitar el calentamiento planetario en parte reduciendo el dióxido de carbono y otras emisiones de la quema de combustibles fósiles. Según el documento, Estados Unidos se comprometió a reducir sus emisiones en un 26 a 28 por ciento con respecto a los niveles de 2005 para 2025.

El sitio digital Axios citó dos fuentes con conocimiento directo del tema según las cuales el mandatario ya tomó la determinación de retirarse del pacto sobre cambio climático alcanzado en diciembre de 2015 por 195 países.  Por su parte, el medio Fox News, también citando una fuente no identificada, confirmó la información.

El mandatario estadounidense considera el calentamiento global un engaño. Mientras que unos 22 senadores republicanos también son partidarios de la salida del acuerdo y emitieron una carta para influir en esta decisión.

La retirada formal del acuerdo podría tomar tres años, pero Estados Unidos también podría abandonar el tratado de la Unión de Naciones Unidas sobre el que se basa el acuerdo.

Según la publicación, los detalles sobre cómo se llevará a cabo la salida son elaborados por un pequeño equipo que incluye a Pruitt, a quien medios locales han señalado como uno de los principales defensores de que Estados Unidos deje el acuerdo.

Promesa de campaña

Durante su campaña electoral, el hombre de negocios, que insistió en querer poner fin la «guerra contra el carbón», prometió «anular» este acuerdo.

Pero tras su llegada a la Casa Blanca el 20 de enero, emitió señales contradictorias, reflejo de las corrientes contrarias que atraviesa su administración sobre la cuestión del clima y sobre el papel de Estados Unidos en el mundo y su relación con el multilateralismo.

El director de la agencia estadounidense de protección del ambiente (EPA), Scott Pruitt, se pronunció abiertamente a favor de una salida del acuerdo, considerando que era «malo» para Estados Unidos.

El mundo de los negocios se pronunció, en su gran mayoría, a favor de un mantenimiento en el acuerdo de París y una docena de grandes grupos como la petrolera estadounidense ExxonMobil, el gigante agroquímico estadounidense DuPont, Google, Intel o Microsoft, presionaron a Donald Trump para que no dejara de lado el acuerdo.

El reporte añadió que Trump comentó a confidentes cercanos sobre su postura en las últimas semanas, pero una carta pública que le enviaron hace algunos días 22 senadores republicanos, encabezados por el líder de la mayoría en la Cámara alta, Mitch McConnell, ayudó a sellar su decisión.

De acuerdo con Politico.com, ese desenlace será una victoria para los partidarios de la línea dura del Gobierno, como el jefe de estrategia de la Casa Blanca, Stephen Bannon, quien argumentó que el acuerdo afectaría la economía de Estados Unidos y la agenda energética de Trump.

En tanto, sería visto como una derrota para quienes dentro de su administración parecían apoyar la permanencia en el pacto, como el secretario de Estado, Rex Tillerson, y su hija mayor, Ivanka Trump.

Trump indicó en su cuenta de Twitter el sábado último que esta semana tomará una determinación final sobre la permanencia o salida de ese mecanismo.

«Anunciaré mi decisión sobre el acuerdo de París en los próximos días. ¡DEVOLVER LA GRANDEZA A ESTADOS UNIDOS!», expresó el mandatario en su cuenta oficial de la red social Twitter.

El gobernante, quien llegó a calificar de engaño el cambio climático y en la campaña electoral criticó a su antecesor, Barack Obama (2009-2017) por preocuparse demasiado por las emisiones de gases de efecto invernadero, se comprometió a excluir a su país del convenio una vez en el poder.

Ignora al papa y a líderes europeos

Durante su primera gira internacional como presidente, varios líderes europeos lo instaron a comprometerse con el convenio que busca, entre otros temas, mantener el alza de la temperatura por debajo de dos grados Celsius con respecto a los niveles preindustriales.

El papa Francisco, con quien se reunió hace una semana en El Vaticano, le entregó a Trump una copia de su encíclica sobre el cambio climático durante el encuentro.

Pero tales llamamientos parecen no haber incidido en el jefe de la Casa Blanca, quien estaría dispuesto a revertir todo el legado climático de Obama.

El movimiento del mandatario representaría la segunda vez en dos décadas que Estados Unidos negocia, firma y luego rechaza un importante pacto climático internacional debido a un cambio de poder en la presidencia.

Anteriormente ocurrió cuando George W. Bush (2001-2009) abandonó el Protocolo de Kioto de 1997, negociado por la administración de Bill Clinton (1993-2001).

‘Incapacidad’ para el crecimiento

Una solución puesta en relieve por algunos responsables de la administración era mantenerse en el acuerdo, al mismo tiempo que se relanzaba un examen de los objetivos estadounidenses.

Esto habría permitido a Estados Unidos mantener una silla en la mesa de negociaciones mientras enviaba, internamente, la señal de una cierta ruptura con la administración demócrata de Barack Obama.

Contrariamente al protocolo de Kioto (1997), el acuerdo concluido en París no fija objetivos obligatorios por país, sino que los compromisos nacionales reposan sobre una base voluntaria.

El objetivo de Estados Unidos, fijado por la administración Obama, es reducir del 26% al 28% sus emisiones de gas invernadero de aquí a 2025 con respecto a 2005.

La administración Trump ha denunciado en repetidas ocasiones estos objetivos considerándolos demasiado elevados.

«Sabemos que los niveles a los que la administración precedente se comprometió serían muy incapacitantes para el crecimiento económico estadounidense», indicó Gary Cohn, consejero económico de Trump.

Según un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) de esta semana, el número de personas empleadas en este sector ha pasado de 7 millones en 2012 a 9,8 millones en 2016, cifra que de aquí a 2030 podría alcanzar los 24 millones, «compensando (así) las pérdidas de empleos en el sector de los combustibles fósiles».

Más allá de la cuestión económica, se encuentra la posición de Trump sobre el cambio climático, objeto de un vasto consenso científico.

Interrogado el martes sobre este tema, el portavoz de la presidencia estadounidense, Sean Spicer, se mostró muy evasivo.

¿El presidente cree en el impacto de las actividades humanas en el cambio climático, tema que es objeto de un amplio consenso científico?

«No puedo decirlo, no le he preguntado», respondió Spicer.

China apoyará Acuerdo de París, al margen de decisión de Trump

La cumbre entre la Unión Europea (UE) y China, prevista esta semana en Bruselas, apoyará el Acuerdo de París sobre el clima, independientemente de la decisión que tome sobre este pacto internacional el presidente estadounidense, Donald Trump, indicó este miércoles un alto responsable europeo.

«Emitiremos una declaración conjunta sobre el cambio climático que enfatizará que China y la UE (…) implementarán el acuerdo», dijo a la prensa este funcionario, que pidió el anonimato.

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