Washington / AFP
Estados Unidos anunció el viernes su retiro del histórico tratado INF sobre las armas nucleares de alcance intermedio, debido a las supuestas violaciones de Rusia, que advirtió sobre una posible nueva carrera armamentista en Europa.
Washington dijo que Rusia no supo abordar las preocupaciones generadas por su nuevo sistema de misiles de rango medio que, según países occidentales, va en contra del tratado sobre armas nucleares de alcance intermedio (INF) de 1987.
A partir del sábado, «Estados Unidos suspenderá sus obligaciones en el marco del Tratado INF y comenzará el proceso de retiro», que se completará en seis meses, «a menos que Rusia vuelva a respetarlo destruyendo todos los misiles, lanzadores y equipos que violan el texto», dijo el presidente Donald Trump en un comunicado.
El acuerdo, negociado por el entonces presidente estadounidense Ronald Reagan y el líder soviético Mijail Gorbachov, prohibió el uso de misiles con un rango de entre 500 y 5.500 kilómetros y puso fin al peligroso desarrollo de cabezas nucleares en Europa.
«Estados Unidos adhirió completamente al tratado INF durante más de 30 años, pero no seguiremos forzados a cumplir sus términos mientras Rusia tergiversa sus acciones», añadió.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, señaló que su país, que anunció formalmente sus preocupaciones hace dos meses, trató el tema de las presuntas violaciones al tratado más de 30 veces con Rusia.
«La violación de Rusia puso a millones de europeos y estadounidenses en un gran peligro, busca poner a Estados Unidos en desventaja militar y socava las posibilidades de que nuestra relación bilateral se mueva en una mejor dirección», añadió.
Pompeo dijo, sin embargo, que Washington estaba «listo» para continuar hablando con Rusia «sobre el tema del desarme».
«Estados Unidos tiene la esperanza de que podamos restablecer nuestra relación con Rusia y enmendarla, pero es responsabilidad de Rusia cambiar su patrón de actividades desestabilizadoras, no sólo en este tema, sino en muchos otros», explicó.
El anuncio de Washington de que dejará de cumplir con el INF, firmado en 1987, no es culpa de Rusia, aseguró la portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajarova, en declaraciones a la cadena televisiva Rossiya 1, sino que obedece a «la estrategia de Estados Unidos de abandonar sus obligaciones legales internacionales en diferentes áreas».
«No hay ninguna prueba, ninguna foto satélite, ningún testimonio» que pueda probar la violación por parte rusa del tratado, insistió la portavoz.
«Nos dicen: ‘no tenemos preguntas (para formularles), simplemente tienen que destruirlo todo'» aseguró la funcionaria, quien insistió que Rusia «sigue estando de acuerdo en llevar a cabo un diálogo sobre el tratado INF».
– Rusia advierte de carrera armamentista –
El presidente ruso, Vladimir Putin, que mantuvo una relación cercana con Trump pero es fuertemente cuestionado por la clase dirigente estadounidense, declaró previamente que la retirada de Washington del INF llevará a una nueva carrera armamentista.
Previo al anuncio de Estados Unidos, el vocero del Kremlin Dmitri Peskov lamentó la decisión y le dijo a la prensa que Washington había decidido romper con el tratado «hace mucho tiempo».
En Bruselas, la conducción de la Alianza del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) emitió una nota oficial en la que respaldó plenamente la decisión estadounidense.
Estados Unidos decidió retirarse del acuerdo «en respuesta a los graves riesgos que representan para la seguridad Euro-Atlántica las pruebas ocultas, producción y despliegue del sistema 9M729 por parte de Rusia», señaló la OTAN en su nota.
Algunos representantes europeos expresaron, no obstante, su preocupación por la desaparición del tratado y confiaron en que Washington y Moscú salven el acuerdo antes de que Estados Unidos lo abandone en seis meses.
«Para nosotros está claro que Rusia violó el tratado, por eso debemos hablar con Rusia», dijo la canciller alemana, Angela Merkel.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, llamó a las dos partes a que preserven el tratado mediante un «cumplimiento completo».
«Definitivamente no queremos ver a nuestro continente convertido nuevamente en un campo de batalla o donde otras superpotencias se enfrentan. Esto pertenece a una historia lejana», expresó.
Trump recibió también críticas en su país, donde los demócratas lamentaron que la política de «Estados Unidos primero» defendida por él haya sacado al país de otro acuerdo internacional.
La retirada del acuerdo INF «expone precisamente al tipo de desarrollo de armas nucleares contra el que se diseñó el tratado», declaró el demócrata Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia en la Cámara de Representantes.
– Temor por otros tratados –
El principal negociador de Moscú para el INF, el viceprimer ministro Serguei Riabkov, advirtió que la caída del INF podría llevar también a la disolución de otros acuerdos clave para el control de armas, como el New Start.
Ese acuerdo, que limita la cantidad de cabezas nucleares en poder de Washington y Moscú, expira en 2021 y Riabkov aseguró que había una «gran duda» sobre qué ocurrirá después.
Un funcionario estadounidense rechazó, bajo anonimato, la idea según la cual Estados Unidos está comenzando una carrera armamentista y dijo que llevaría tiempo saber cómo actuaría Washington una vez abandonado el tratado.
En medio de la tensión con Rusia, las autoridades estadounidenses de Defensa pusieron la mira en el creciente gasto militar de China y su mayor presencia en las disputadas aguas de Asia.
Las autoridades estadounidenses aseguran que alrededor del 95% de los misiles balísticos y de crucero de China, centrales en la estrategia de defensa de Pekín, violarían el INF si China tuviera que cumplir con sus términos.