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Por Marie Julien/Fabien Zamora
Baden-Baden/AFP
El gobierno de Donald Trump se confronta por primera vez al orden económico mundial en el G20 de Finanzas que se celebra desde el viernes en la localidad alemana de Baden-Baden, con el libre comercio como uno de los temas centrales.
Desde su llegada al poder en enero, Trump ha asumido posiciones iconoclastas sobre el comercio, abogado por el proteccionismo y criticado la «manipulación de divisas» que lleva a cabo China, gigante económico y exportador.
El secretario de Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, llegó este viernes a la bucólica estación termal alemana, y participa en su primera reunión multilateral en este G20, que reúne a las principales economías desarrolladas y emergentes, sobre el libre comercio.
Reflejo de la importancia de este asunto fue la conversación telefónica que mantuvieron el jueves la canciller alemana Angela Merkel y el presidente chino Xi Jinping, en la que abogaron «promover el libre comercio». Merkel se reúne este viernes en Estados Unidos con el presidente Trump.
Además, la ministra alemana de Economía, Brigitte Zypries, dejó planear este viernes la amenaza de una querella de su país ante la OMC si Trump concretara su proyecto de tasar las importaciones hacia Estados Unidos.
En este tenso contexto, los ministros de Finanzas tienen dos días -hasta el sábado- para ponerse de acuerdo sobre su comunicado final.
Cada palabra de este comunicado es negociada y sopesada, y el sábado por la tarde cualquier modificación en el vocabulario liberal y procomercio del G20 será considerada como producto de un «efecto Donald Trump».
«Vamos a centrarnos en el vocabulario de forma muy, muy precisa» declaró a Bloomberg TV el comisario europeo, Pierre Moscovici. «Debemos ponernos de acuerdo todos en el hecho de que el comercio, llevado a cabo de forma equitativa, es positivo para la economía y el proteccionismo no puede ser la solución», añadió.
‘Dos temas no resueltos’
«El comunicado está casi listo, sólo hay dos temas sobre los que no hay acuerdo: el comercio y (la financiación de la lucha contra el) cambio climático», explicó una fuente cercana a las negociaciones, que requirió el anonimato.
En lo que se refiere al cambio climático, los negociadores estadounidenses esperan aún consignas claras de Washington.
En cambio, en el tema del libre comercio y del proteccionismo, la posición es firme.
«No quieren un texto sobre un rechazo al proteccionismo», tal como ocurre desde hace años en los comunicados finales del G20, según esta fuente.
«Pero aún hay posibilidades de cambio» en esa posición norteamericana, según otra fuente.
También se plantea la hipótesis de que el delicado tema no sea decidido en esta reunión, y se deje para la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de julio en Hamburgo, lo que revela la importante fractura existente entre Estados Unidos y sus socios.
«Es posible que Estados Unidos no sea capaz de decir hoy cuál es su verdadera posición, más allá de las declaraciones simplistas en el marco de unos tuits» declaró a la AFP el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, poco después de su llegada a Baden-Baden. Con ello se refiere a la costumbre de Trump de expresar a través de Twitter posiciones políticas a menudo radicales.
El margen de maniobra del secretario estadounidense Mnuchin es bastante escaso.
«Nuestro deseo es no entrar en guerras comerciales» aseguró Mnuchin el jueves en Berlín, tras una reunión con el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
Schäuble declaró hoy a la radio que «desde luego los estadounidenses están a favor del libre comercio, y de decirlo así en Baden-Baden». Y añadió, optimista: «Creo que hallaremos un acuerdo».
