Washington / AFP
Estados Unidos y Brasil, los dos principales críticos del acuerdo climático de París, dijeron el viernes que promoverán el desarrollo del sector privado en la Amazonía, donde el recrudecimiento de la deforestación y los incendios generó recientemente alarma mundial.
Reunidos en Washington, los principales diplomáticos de los dos países prometieron avanzar en la cooperación estratégica a la que se comprometieron en marzo sus presidentes de derecha, Donald Trump y Jair Bolsonaro.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araujo, volvió a responder a las críticas provenientes de Europa sobre el manejo de su gobierno de los recientes masivos incendios en la Amazonía, la principal selva tropical del planeta, que juega un papel crucial en absorber las emisiones de carbono que generan el cambio climático.
«En todo el mundo vemos algunas ideas que cuestionarían la soberanía, en el caso de Brasil, de que no podemos hacer frente a los desafíos del medio ambiente. No es cierto y nuestros amigos en Estados Unidos saben que no es cierto», dijo Araujo tras reunirse con su par estadounidense Mike Pompeo.
Para Brasil, afirmó Araujo, solo es posible proteger la Amazonía generando desarrollo y la asociación con Estados Unidos es clave para eso.
«Queremos estar juntos en el esfuerzo por crear desarrollo para la región amazónica, el cual estamos convencidos de que es la única forma de proteger realmente la selva. Necesitamos iniciativas, nuevas iniciativas productivas, que generen empleos, que generen ingresos para las personas en la Amazonia, y ahí es donde nuestra asociación con Estados Unidos será muy importante para nosotros», añadió.
Pompeo prometió incrementar el intercambio comercial entre Estados Unidos y Brasil, que ya representa 100.000 millones de dólares anualmente.
«Este mes, equipos brasileños y estadounidenses avanzarán en el compromiso que nuestros presidentes hicieron en marzo para un fondo de inversión de impacto de 100 millones de dólares por 11 años para la conservación de la biodiversidad amazónica. Ese proyecto será liderado por el sector privado», dijo.
Funcionarios estadounidenses señalaron que el fondo busca apoyar inversiones en sectores de alto riesgo y de difícil acceso de la Amazonía para estimular negocios exitosos que estén en línea con la conservación de los bosques y la biodiversidad.
Al anunciar el proyecto en marzo, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) subrayó que ambos países buscan el «desarrollo económico responsable» en la región.
Bolsonaro y Trump han atacado los esfuerzos internacionales para luchar contra el cambio climático, diciendo que ignoran los intereses de las empresas.
A fines de agosto, el presidente francés, Emmanuel Macron, enfureció a Bolsonaro al plantear la idea de internacionalizar la preservación de la Amazonía en caso de que Brasil no consiga garantizarla.
Bolsonaro, a veces apodado «el Trump del Trópico», respondió que Macron tenía una «mentalidad colonialista».