Ginebra/AFP
Estados Unidos y Rusia lograron «clarificar» la vía para que haya un nuevo cese el fuego en Siria, pero hay detalles técnicos tienen que ser resueltos, dijo el secretario de estado
estadounidense, John Kerry.
«Hoy puedo decir que logramos clarificar la vía a seguir» para impulsar un nuevo cese el fuego, dijo Kerry a los periodistas, junto a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, tras un maratón de conversaciones en Ginebra.
Lavrov, por su parte, dijo que se habían logrado «acuerdos importantes», aunque precisó que «hay cosas que necesitan ser puntualizadas».
Kerry insistió en que las dos partes no están preparadas todavía para hacer un anuncio conjunto, pero dijo que los expertos de ambos países van a seguir reunidos en Ginebra en los próximos días para afinar una serie de detalles que están sin resolver.
«Estamos trabajando en estos asuntos», dijo el representante estadounidense. «Ninguno de los dos está listo para hacer un anuncio que sea seguido de un fracaso, no queremos alcanzar un acuerdo solo para tener un acuerdo», agregó.
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, se incorporó el viernes a las conversaciones, que comenzaron temprano en la mañana en el hotel situado a la orilla del lago Lemán.
El enviado especial de la ONU había declarado el jueves que la reunión entre ambos responsables de Exteriores era «importante» y tendrá «un verdadero impacto» en «las iniciativas políticas de la ONU para reactivar el proceso político en Siria».
De Mistura expresó la esperanza de poder llevar a ambas partes del conflicto a la mesa de negociaciones antes de fin de mes, una posibilidad que parece poco probable pues los combates siguen arrasando el país.
Ya se han celebrado varias sesiones de negociaciones para poner fin al conflicto en Siria, que ha dejado más de 290.000 muertos en cinco años, en Ginebra, desde que comenzara el año, pero sin dar frutos.
‘No quiero arruinar la atmósfera de las negociaciones’
Al inicio de la reunión tanto Kerry como Lavrov habían rechazado hacer comentarios. Ante las cámaras se dieron un apretón de manos cordial.
A la pregunta de un periodista sobre cuál era el principal escollo a superar para decretar un alto el fuego en Siria, Lavrov contestó: «No quiero arruinar la atmósfera de las negociaciones».
Moscú y Washington tienen al grupo yihadista Estado Islámico como enemigo común, pero Rusia apoya política y militarmente al régimen de Damasco, mientras que Estados Unidos apoya a la oposición siria, que exige la salida del presidente Bashar al Asad.
La reunión del viernes coincidió con la intervención militar de Turquía en el norte de Siria contra los yihadistas del Estado Islámico y contra los kurdos.
En lo que podría ser un signo de su voluntad de cooperar con Estados Unidos, Rusia anunció el jueves que estaba dispuesta a conversar con Washington sobre el informe de la ONU que acusa al régimen de Damasco de haber protagonizado ataques químicos en Siria. El informe advierte que el EI también podría haber utilizado esas armas.
Por otro lado, ambos países presiden conjuntamente un grupo de trabajo de la ONU para la ayuda humanitaria en Siria que intenta llevar ayuda a las zonas asediadas del país.
De Mistura anunció el jueves que Rusia había aceptado respetar una tregua semanal de 48 horas, reclamada por la ONU, para que los convoyes de ayuda entraran en la ciudad de Alepo (norte), pero afirmó que las otras partes -que no precisó- todavía no habían dado su acuerdo.