Por Sandra Lacut/París/AFP
Con huelgas de controladores aéreos, funcionarios, profesores y taxistas, Francia se veía afectada este martes por una fuerte movilización social que reclama aumento del poder adquisitivo, y que estaba perturbando el tráfico aéreo y la circulación alrededor de París.
Los primeros incidentes se produjeron a primera hora de la mañana en el oeste de la capital, donde los taxistas interrumpieron la circulación del Periférico, la carretera de circunvalación de París, e incendiaron neumáticos. Diecinueve manifestantes fueron detenidos, según la prefectura de policía.
Los agentes de policía, contra los que se lanzaron piedras, intervinieron para retirar las barricadas improvisadas y restablecer la circulación.
La huelga de taxis provocaba perturbaciones del tráfico alrededor de París y de los aeropuertos Charles de Gaulle y Orly, donde varios incidentes fueron señalados por la mañana, y en otras ciudades de Francia, como Toulouse, Marsella (sur) y Lille (norte).
Un manifestante fue herido en Orly al ser arrollado por un vehículo que trató de forzar una barrera de huelguistas. El conductor, detenido por la policía, explicó que aceleró bajo el efecto del pánico. La víctima sufre heridas en la pierna.
La calma volvió tras este accidente, pero los manifestantes continúan su acción, con una barrera en la salida de Orly.
Miles de taxistas fueron llamados a la movilización en toda Francia.
‘¡Esto va a ser candente!’
«Esto va a ser candente», advirtió un portavoz de los sindicatos de taxis, Karim Asnoun. La huelga será «muy seguida y muy dura», afirmó Serge Metz, presidente de Taxis G7, una de las mayores compañías del sector en Francia.
Los taxistas protestan por lo que consideran una competencia desleal de las empresas de vehículos particulares con chófer. En junio de 2015, los taxistas franceses se movilizaron ya por los mismos motivos, centrando sus críticas en UberPop, filial de la empresa norteamericana VTC Uber.
UberPop fue prohibida posteriormente en Francia, pero los taxistas siguen denunciando las «derivas» del sector.
Este movimiento coincide con el llamado a la huelga a los más de cinco millones y medio de funcionarios franceses.
Sometidos a un régimen de austeridad desde hace más de cinco años, los funcionarios reclaman un aumento de su poder adquisitivo. Sus sindicatos llamaron a la huelga y a manifestaciones.
Entre 110 y 120 manifestaciones están previstas en Francia, a las que se unirán también los profesores, movilizados contra una reforma de la enseñanza.
Además de la disminución del poder adquisitivo, los sindicatos de funcionarios denuncian «la pérdida de puestos de trabajo en sectores claves de la función pública».
Argumentan que, aunque se anunciaron contrataciones para 2016 en los sectores de la seguridad (policía, justicia) después de los atentados de París, y también en la educación, los funcionarios «perdieron globalmente 150.000 puestos desde 2007». Por eso reclaman «creaciones netas de empleos públicos», particularmente en los hospitales.
Los principales sindicatos de controladores aéreos llamaron también a la huelga, en el marco de la movilización de los funcionarios. La Dirección de la Aviación Civil francesa pidió a las compañías aéreas que anulen preventivamente el martes el 20% de sus vuelos. El organismo indicó que «se esperan perturbaciones en todo el territorio».
La ministra de la Función Pública, Marylise Lebranchu, reiteró el martes que los funcionarios no deben esperar un «gran aumento» en la negociación salarial prevista en febrero, aunque agregó que «escucha» sus reivindicaciones.
Por su parte, el secretario general del sindicato CGT, Philippe Martinez, recalcó que todas estas huelgas tiene «una consigna común: la cuestión del poder adquisitivo. Incluso los taxistas».