Sochi/Rusia/AFP
En la víspera del histórico debut de Panamá en una Copa del Mundo, su seleccionador Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez reconoció la dificultad del reto de enfrentar a la potente Bélgica, una de las candidatas al título, pero aseguró que presentarán batalla en un día clave para el fútbol canalero.
«Estamos soñando lo más grande que podemos, pero lo más importante es llegar muy bien a nuestro país después de este Mundial, sintiéndonos orgullosos del trabajo», afirmó el veterano técnico colombiano, a punto de arrancar su tercera Copa como técnico, tras las experiencias de 1998 con el combinado de su país, y después al frente de Ecuador (2002).
«Cualquier cosa puede pasar. Digo muy claro que los favoritos son ellos, pero si nosotros tenemos un buen día también podemos sacar algo», añadió.
Su cita con la historia tendrá lugar este lunes a las 15H00 GMT en la calurosa Sochi, donde Panamá se medirá a Bélgica con el sueño de emular a los islandeses, que dieron la sorpresa el sábado al arrancarle un empate a la Argentina del poderoso Messi en su debut en un Mundial.
Aunque el veterano ‘Bolillo’ quiso huir de una comparación que, según él, puede llevar a engaño.
«Entre Islandia y Argentina las distancias no son tan altas. Entre Bélgica y Panamá son más largas», valoró.
«Islandia dejó fuera a Croacia y la puso a jugar repechaje [en la clasificatoria], fue importante en la Eurocopa y enfrentó a una Argentina que no tiene en estos momentos el nivel de Bélgica», añadió.
Los canaleros tendrán enfrente al potente equipo que dirige Roberto Martínez, una de las mejores selecciones del Mundial y tercera del ranking FIFA.
«Tenemos un grupo preparado, pero vamos a enfrentar un rival de muchos quilates, con un gran técnico», valoró Gómez.
«Excepto Messi y Cristiano, que están por allá arriba, tienen a los mejores jugadores del mundo. Bélgica es un candidato al título», agregó.
A su lado, el arquero Jaime Penedo reforzó las palabras de su técnico y destacó la presión que tendrán los jugadores centroamericanos cuando salten al Estadio Olímpico de Sochi.
«La sensación en primera instancia es de responsabilidad, de querer hacer las cosas bien tanto por nosotros como por mucha gente que lo espera», afirmó el veterano portero de 36 años.