Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Las velas y las flores rinden luto y respeto a los restos óseos de tres infantes y tres adultos de las familias Guevara, Ramos, Martínez y Maradiaga. El dolor es latente, pero no abate la esperanza de encontrar al final la justicia para las víctimas.
Este fin de semana, representantes de la Asociación de Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), y Christian Salazar, coordinador y representante residente del Sistema de las Naciones Unidas en El Salvador, conmemoraron 37 años de la masacre de El Mozote y sitios aledaños, ocurrida en diciembre de 1981.
Dorila Márquez, representante de la Asociación Pro-Derechos Humanos de El Mozote, reiteró que aunque no se hayan recuperado todos los restos de las víctimas la esperanza de justicia permanece entre ellos.
“Estamos tristes por tantas familias que no hemos podido recuperar a las víctimas y quizás el ADN (prueba genética) pueda por fin permitirnos encontrar e identificar a nuestros padres, hermanos y tíos. Seguimos adelante, aunque haya gente que no quiere hablar de esto”, manifestó.
Christian Salazar reiteró el acompañamiento del Sistema de Naciones Unidas (ONU) a las víctimas en la búsqueda de justicia y la verdad, sobre la masacre de El Mozote.
“Yo he venido aquí varias veces, para reunirnos año con año, pero siempre es difícil hablar y cuando uno lee la lista de niños que están en la pared de la iglesia(…) el primer niño tenía tres días de nacido. ¿Qué se va a decir? Cuando la lista de las víctimas comienza con un ser humano de tres días de nacido y luego pensar en todas las mujeres embarazadas y masacradas. Es difícil hablar aquí, porque El Mozote es un punto oscuro no solo de El Salvador, sino de la humanidad”, expresó.
Salazar afirmó que sin importar los obstáculos o dificultades alrededor de la verdad, siempre habrá una luz que permita la reivindicación a la memoria de los perjudicados.
“Es una luz cada escuela que se construye, es una luz cada puesto de salud a favor de la comunidad. Y es una luz que haya gente en El Mozote luchando por los derechos humanos, para que no se olvide lo que pasó acá, y es una luz que nos muestra que las cosas van cambiando en el país(…) Esta luz se convierte en antorcha que una generación debe pasar a otra”, sugirió Salazar.
Wilfredo Medrano, de Tutela Legal, expresó su preocupación por el cambio del Órgano Ejecutivo, que podría retrasar el proceso de investigación o emitir una ley de reconciliación que no cubra los requisitos de verdad, justicia y reparación.
“Vamos a comenzar de cero, es un punto que nos preocupa como representantes de las víctimas en el cumplimiento de la sentencia, pero tenemos el respaldo de la Corte Interamericana (CorteIDH) que vino en agosto acá, a verificar el incumplimiento del Estado en acatar la sentencia”, manifestó. “Si logramos justicia es un gran logro, porque aquí siempre ha sido silenciada a la gente”, reafirmó la hermana Anna Griffin, quien reiteró que aunque la CIDH falló a favor de las víctimas, aún falta mucho para reivindicarlos. Como ampliar y agilizar la documentación del listado de las víctimas, para recibir un reconocimiento legal desde el gobierno”, apuntó.
Mientras esto ocurre los familiares de las víctimas seguirán exigiendo justicia a través de sus testimonios. María López, que perdió a toda su familia en Cerro Pando, acotó que “algunos dicen que hablamos telenovelas cuando relatamos lo que sufrimos es doloroso. Por eso pido a Tutela (María Julia Hernández) y la ONU que nos sigan apoyando para esclarecer la verdad y así esperar al fin la justicia”.