Rebeca Pineda
@DiarioCoLatino
Cotidianamente desde tempranas horas del día como una colmena de abejas, nos encontramos en las calles de San Salvador y en todas las ciudades del país a innumerables personas afanadas en sus labores habituales, ellas comprenden la cantidad de casi siete millones de habitantes en el país, población que es considerada como alta densidad en comparación al tamaño de nuestro territorio.
En este sentido, para analizar los cambios demográficos que El Salvador ha experimentado desde el año 1950, y a causa del Día Mundial de la Población, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) presentó el documento titulado “Oportunidades demográficas de las olas poblacionales en El Salvador”.
El texto revela que desde el 2012 disminuyó la tasa de fecundidad, en 1965 las mujeres tenían un promedio de siete hijos, mientras que en la actualidad dan a luz a dos o menos niños. Estas cifras indican la aparición de un bono demográfico; es decir, que las personas activas en edad de trabajar que tienen entre 19 y 60 años superan a las dependientes (niños y adultos mayores), y se mantendrá hasta 2047.
En este caso UNFPA destaca que “es importante considerar la dinámica demográfica de El Salvador para formular políticas públicas”, y propone aprovechar el bono demográfico con enfoque de género para lograr la extensión de sus beneficios. Esto se vierte en dar respuesta efectiva en empleo, mejorar el sistema educativo y de la salud, lo cual va a repercutir en mayor productividad y también generar condiciones que propicien un envejecimiento saludable para estas generaciones.
Cabe mencionar que UNFAP destacó que la migración genera pérdida de fuerza laboral productiva. “Es una desventaja que El Salvador sea un expulsor de población valiosa, joven, con potencialidades para el desarrollo del país, puesto que las personas que emigran forman parte del bono demográfico, en quienes además el Estado ha realizado una inversión educativa y de salud que será aprovechada por el país de destino, representando una pérdida potencial para la sostenibilidad de la economía salvadoreña”. El Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo estableció en 1989 el Día Mundial de la Población, con el que se pretende centrar la atención en la urgencia e importancia de las cuestiones relativas a la población. El interés por reconocer este día nació de la celebración del “Día de los cinco mil millones”, el 11 de julio de 1987.