Yaneth Estrada
@caricheop
«No nos cansemos de orar y hacer el bien. Dios quiera que verdaderamente nos encontremos con Él, en este momento de prueba y se transfiguren nuestras vidas, imitando a Cristo, que se transfiguren nuestras familias y nuestra sociedad. Ojalá, entonces realmente seamos mejores personas, de más fe, de más esperanza y de más caridad. Que María Auxiliadora y Monseñor Romero nos obtengan de Dios toda bendición», dijo Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de la Arquidiócesis de San Salvador, este domingo.
En su exhortación, explicó que el mundo vive un momento histórico muy particular, que contará a las próximas generaciones, como un acontecimiento muy grave y triste, la enfermedad de millones de personas y la muerte de cientos de miles. Cientos de millares de familias sufren la enfermedad o la muerte de uno o varios de sus miembros. La grave afección económica la están sufriendo prácticamente todas las personas del globo terrestre. Es un estado de emergencia mundial, los protocolos de seguridad sanitaria han establecido la cuarentena domiciliar como algo muy necesario, “permanecer en casa” para evitar el contagio.
El jerarca católico consideró que «toda esta situación puede llevar a las personas a condiciones de descontrol, desesperación, depresión e incluso de violencia doméstica. Todavía peor, es la violencia que se genera a nivel político, entre las autoridades parlamentarias como gubernamentales, la que muchas veces no les permite ponerse de acuerdo en el combate de la epidemia. Nuestro país no es la excepción»
Por eso insto a buscar a Dios, no todo está perdido. Que el cristiano de fe, nunca pierde la esperanza. Por el contrario, cuando la situación se vuelve más difícil y más amenazante, es entonces cuando pone más su confianza en Dios, cuando intensifica su oración y mejora su vida, en el sentido de una mayor conversión, con una mayor entrega al Señor, renunciando a sí mismo, para servir al Señor Jesús.