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Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
Con promedio entre los 18 y los 21 años, el contingente de atletas adolescentes que viaja a los «Primeros Juegos Panamericanos Juniors», de Cali, Colombia, se constituye en un semillero real y una gran esperanza de un relevo generacional para el deporte salvadoreño. Se trata de un valiosísimo recurso humano en transición, que coincide con la normalización de relaciones entre el INDES y el COES, después de trece años de estancamiento deportivo local e internacional.
Tras haber recibido el Pabellón Nacional el viernes anterior, de manos de los titulares del INDES, Yamil Bukele y del Comité Olímpico, Armando Bruni, casi 70 atletas de 22 deportes, entre ellos: atletismo, bádminton, baloncesto 3 x 3, natación, esgrima, patinaje, karate, los dos tenis, los dos tiros, etc., ya han iniciado el éxodo rumbo el epicentro de su primera prueba de fuego en la alta competencia internacional.
Entre algunos de estos atletas que por sus antecedentes y potencial podrían subir al podio están: Marvin Rodríguez e Ivonne Nochez, recientes medallistas mundialistas en el patinaje; Esteban Ibañez, tres veces campeón centroamericano de Decatlón, José Campo y Celina Marquez, de Natación, Uriel Canjura, de bádminton; la karateca Andrea Ruiz y los arqueros Paola Corado y Gerardo Rivas.
En consecuencia y ahora en función conjunta, corresponderá al INDES y al COES unificar esfuerzos para traer al país entrenadores extranjeros que vengan a trabajar con este prometedor recurso humano deportivo en transición, a fin de fortalecer su potencial y poder contar con varios de ellos para los Juegos Regionales del 2023 en esta capital. Y al resto pulirlo para incorporarlo a este y el próximo ciclo olímpico y paralelamente enviar al interior del país a los experimentados técnicos nacionales para que vayan a trabajar en la búsqueda de talentos y enviarlos a la capital.
Lo anterior porque son muy pocos los atletas de alta competencia con los que cuenta El Salvador y si no se hace algo, lo antes posible y en la lucha contra el tiempo, dificilmente se podrá superar la casilla 20 en los juegos antes mencionados. Entrenadores extranjeros que vengan a trabajar con éstos y los pocos experimentados sobrevivientes en un plan integral de preparación que comprenda el máximo fogueo internacional posible.
Para el deporte salvadoreño los «Primeros Juegos Panamericanos Juniors» se constituyen en una gran oportunidad de iniciar un nuevo despegue en busca de recuperar el terreno perdido y obviamente serán el mejor termómetro para ubicarnos sobre ¿dónde estamos? y que tienen que hacer el INDES, COES y federaciones para refrescar y dar el tan necesario salto de calidad del relevo generacional, haciendo dar un paso al costado a los pocos que ya dieron su vida útil.
