Santiago / AFP
Miles de universitarios y escolares chilenos volvieron a las calles el jueves en la primera marcha estudiantil del año, en rechazo a proyectos de ley que incrementan las sanciones por violencia estudiantil y el endeudamiento, que afecta a más de 600.000 jóvenes.
Unas 5.000 personas acudieron al llamado de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) y organizaciones de escolares para sumarse a una marcha que recorrió la principal avenida del centro de Santiago, la alameda Bernardo O’Higgins, en medio de bulliciosos tambores que dieron ritmo a los gritos de los marchistas que portaban pancartas y lienzos.
Durante el recorrido de la manifestación se registraron algunos disturbios que fueron aplacados por agentes de las fuerzas especiales de Policía que lanzaron chorros de agua y gas lacrimógeno.
Entre los proyectos de ley enviados recientemente para su discusión al Congreso por el presidente Sebastián Piñera y que son rechazados por los estudiantes, está la llamada ley ‘Aula Segura’, que permite la expulsión inmediata de alumnos involucrados en ocupaciones ilegales o en hechos de violencia en colegios.
Los jóvenes también repudian el endeudamiento de más de 600.000 estudiantes por créditos bancarios para cubrir el costo de sus carreras y que deberán pagar por décadas. Esta deuda superaba hasta 2018 los 4.500 millones de dólares, según el gobierno.
También criticaron otra norma educativa que restituye la selección de estudiantes para ingresar a colegios públicos, algo que se había prohibido bajo el gobierno de la socialista Michelle Bachelet (2014-2018). Este método había sido modificado por la selección aleatoria.
Los jóvenes también se manifestaron contra otro proyecto de ley relacionado con el control de identidad, que pretenden reducir de 18 a 14 años la edad de una persona que se pueden someter a este tipo de controles.
«Hicimos un llamado a los estudiantes para decir basta. No queremos más ‘Aula Segura’; no queremos controles a menores, no queremos una educación sexista (…) no vamos a bajar los brazos, la lucha está comenzando», dijo a la AFP Valentina Miranda, vocera de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Cones).
Los proyectos de Piñera buscan modificar la reforma educativa que emprendió el gobierno de Bachelet para terminar con el sistema de educación heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), señalado como uno de los más desiguales del mundo.