Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Un estudio elaborado por la facultad de Economía de la Universidad Centroamericana ‘José Simeón Cañas’ (UCA) arrojó, que desde 1985 al primer trimestre de 2019, ocho de cada diez mujeres se encuentran desocupadas, dedicándose a los trabajos domésticos, cuidado de mejores de edad o adultos que sobrepasan la esperanza de vida, sin percibir salario alguno por ello.
El análisis resalta que el trabajo del cuidado familiar representa una importancia vital para la reconstrucción social, por lo que se hace necesario pensar en una distribución distinta de la riqueza, ya que la economía del cuidado plantea que en el centro de todo debe estar la vida y no los mercados ni la ganancia.
“El trabajo no remunerado es importante por ser generador de fuerza de trabajo, por lo tanto de riqueza; es necesaria una reorganización social y económica, que se pongan sobre la mesa la producción material y la reproducción de la vida; lo cual significa un reordenamiento del tiempo y relaciones de trabajo remuneradas y no remuneradas”, dijo Evelyn Martínez, investigadora de la UCA.
Martínez, además, expuso que el no reconocimiento del trabajo de cuidado provoca deterioro no solo de la fuerza laboral de las mujeres, sino de la familia entera, lo cual desemboca en una crisis sostenibilidad de la vida.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la labor de cuidado en el mundo representa más de 2 mil millones de personas que necesitan de este, de los cuales mil 900 millones son niños menores de 15 años de edad y 200 millones de adultos mayores que sobrepasan la esperanza de vida.
La OIT también detalló que 606 millones de mujeres en edad laboral se dedicaban a trabajo no remunerado en el mundo, y únicamente 41 millones de hombres se consideraban inactivos por la misma causa, para el año 2018.
“Las cuidadoras no remuneradas a tiempo completo constituyen el 41.6 % de mujeres inactivas en el mundo; en los países con bajos ingresos las mujeres presentan mayor porcentaje de realización del trabajo de cuidados con el 35.6 %, en comparación con los de mayor ingreso”, sostuvo Martínez. El análisis expuso que el trabajo gratuito no remunerado representa un costo para las mujeres en términos de tiempo, calidad de vida y salud; y al no hacer mecanismos de redistribución, significa un subsidio para la economía capitalista y al Estado.
La investigación, asimismo, consideró que para cambiar esta situación se vuelve necesario modificar la legislación laboral y fiscal, que permita prestaciones y seguridad social que reconozcan y compensen el trabajo de cuidados.
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