Aristarco Azul
ETERNIDAD
La tarde musga entre tinieblas
trae bajo sus brazos un sesgo
de sábana lúgubre con olor
a azufre bañado de hijillo,
sin importar su camino libre
sin detenerse con su tropel
deambula campante sin tropiezo,
parece desesperada, moribunda,
desconoce la piedad y redención,
es sorda, no escucha, no escatima
dolor alguno es infrahumano,
consigo trae dolor y angustia,
con su poder imparable camina,
no hay tropiezo similar alguno,
nadie le llama viene sola,
abraza a quien quiere haciéndole
para ella siniestra inconforme,
nadie sabe su destino, no descansa,
le figuran vestida de negro,
con una guadaña en su hombro,
una libreta con nombres marcados
y un costal recogiendo su presa,
no le importan suplicas, tiempos,
edades, ni riquezas pagan su visita,
es la edad, ni no pueden comprar
ni vender con oro ni oraciones
y nadie ha vuelto de su albergue,
por eso los humanos luchan
en cambiarle su sustantivo,
llamándole eterna santa vida
mientras ella campante sigue
¡¡¡Su afanosa labor llegando,
llevando cuanto y donde quiere!!!…
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