Por Toni Cerdà
Bruselas/AFP
La Eurocámara aprobó este jueves levantar la inmunidad parlamentaria a la candidata ultraderechista a la presidencial francesa Marine Le Pen, a petición de la justicia que la investiga por tuitear en 2015 imágenes de atrocidades perpetradas por el grupo yihadista Estado Islámico.
«Pienso que el resultado está claro. Una gran mayoría votó a favor de levantar la inmunidad», declaró el eurodiputado de izquierda radical Dimitrios Papadimoulis, quien presidía en ese momento el debate en la sede del Parlamento en Bruselas.
La fiscalía de Nanterre, al oeste de París, reclamaba levantar el levantamiento de la inmunidad, tras abrir una investigación por la «difusión de imágenes violentas» en diciembre de 2015. La candidata del Frente Nacional a la presidencial de abril y mayo podría enfrentar tres años de prisión y 75.000 euros de multa.
En respuesta a un periodista que estableció un paralelismo entre su formación y el EI, Le Pen había tuiteado entonces tres imágenes que mostraban a un hombre con un uniforme naranja debajo de un tanque, otro vestido de la misma manera ardiendo en una jaula y el cuerpo decapitado del rehén estadounidense James Foley.
Antes de la votación, Le Pen justificó de nuevo su actuación, en declaraciones a medios franceses.
«Yo soy diputada, cumplo con mi papel cuando denuncio Dáesh [acrónimo en árabe del EI]», aseguró la europarlamentaria, denunciando a su vez una «investigación política».
A petición de la familia de James Foley «muy impactada», la política francesa retiró la imagen de este periodista estadounidense, si bien las otras dos fotos publicadas con el lema «¡Esto es Dáesh!» continuaban este jueves en línea.
La política francesa ya había criticado el martes lo que calificó como «procedimiento ultrarrápido especial Marine Le Pen», aunque, en su informe sobre la demanda de levantar la inmunidad, la eurodiputada Laura Ferrara había indicado que esta «seguía los plazos habituales».
Los eurodiputados examinaron en 2016 quince peticiones similares, cuyo proceso de examen duró entre cuatro y ocho meses. En el caso de Marine Le Pen, el procedimiento tomó casi cinco meses, según la Eurocámara.
Ahora, la autorización del levantamiento de la inmunidad debe llegar al despacho del juez de instrucción «antes de que tenga efecto», algo que podría llevar algunos días, indicó una fuente judicial francesa.
‘Amenaza sistemática’
Desde enero, la líder ultraderechista francesa encabeza los sondeos en la primera vuelta de la presidencial francesa, que la dan como perdedora en la segunda vuelta, mientras la presión judicial se cierne cada vez más sobre ella.
Recientemente, Le Pen no acudió a una citación policial por un caso de presuntos empleos ficticios en la Eurocámara. En esta investigación judicial seguirá manteniendo su inmunidad parlamentaria, ya que el levantamiento aprobado este jueves sólo afecta al caso de los tuits.
La candidata a la presidencia, que podría seguir los pasos de su padre Jean-Marie Le Pen en 2002 y calificarse para una segunda vuelta, aumentó sus críticas en las últimas semanas a la justicia, urgiendo incluso el domingo a los magistrados a «no obstruir la voluntad del pueblo».
«La censura y la amenaza sistemática de sanciones judiciales no harán callar a los defensores del pueblo», reiteró tras la votación en la Eurocámara su director de campaña, David Rachline. La justicia acusa además a varios allegados de Le Pen, en un caso sobre la financiación de las campañas del Frente Nacional.
Según el último sondeo, publicado este jueves por Elabe, la candidata ultraderechista conseguiría un 27% de los votos en la primera vuelta seguida del centrista, Emmanuel Macron con un 24%, si bien el resultado se invertiría en la segunda vuelta, con un 38% y un 62%, respectivamente.
El Frente Nacional cree, no obstante, en la victoria de Marine Le Pen, en la estela del triunfo del Brexit en junio en Reino Unido y de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Y, además, su principal rival por la derecha, François Fillon, retrocede en los sondeos y denuncia un «asesinato político», precisamente tras la revelación de un presunto caso de empleos ficticios, en este caso otorgados a su mujer y sus dos hijos.