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Kazán/Rusia/dpa
América y Europa, los continentes que siguen dominando el fútbol mundial, verán mañana frente a frente a sus respectivos campeones cuando Chile y Portugal se midan en la primera semifinal de la Copa Confederaciones de Rusia.
El duelo en la ciudad de Kazán entre dos favoritas y debutantes en el torneo definirá si Cristiano Ronaldo queda a un paso de su segundo gran título con Portugal o si la “Generación dorada” del Chile que conquistó la Copa América dos veces se impone también a nivel mundial. El ganador esperará en la final del domingo en San Petersburgo a Alemania o México, las otras dos semifinalistas en la copa que reúne a los campeones de cada confederación, al campeón mundial y al anfitrión y que sirve de ensayo general de cara al Mundial 2018.
Portugal, entre tanto, afronta el partido con la “regla” que el entrenador Fernando Santos dijo haber dado al plantel en el torneo: “Máxima confianza en nuestro equipo, máximo respeto por el rival y máxima concentración para el próximo partido”.
Chile recorrió un arduo camino a la semifinal con la victoria por 2-0 ante Camerún, el empate 1-1 con Alemania y otro sufrido 1-1 con Australia. Pero mañana afrontará su mayor reto frente a la campeona de Europa y a un Cristiano Ronaldo en racha.
El máximo goleador en la historia de la selección portuguesa fue elegido mejor hombre del partido en los tres choques de fase de grupos. Marcó ante Rusia y ante Nueva Zelanda y en el debut con México dejó una exquisita asistencia de taco para que Ricardo Quaresma convirtiera el primer tanto luso en la competición.
Tras una temporada en la que guardó fuerzas para el tramo final, el atacante del Real Madrid se encuentra en un buen momento de forma y fue reemplazado en el segundo tiempo con Nueva Zelanda para ahorrarle esfuerzo. Con Adrien Silva o Nani forma uno de los ataques más temibles de la copa.
Siguiendo el discurso de los últimos días, sin embargo, el entrenador Juan Antonio Pizzi insistió hoy en que el rival es Portugal, no su máxima estrella.
“Ronaldo forma parte del plantel que vamos a enfrentar mañana. Lógicamente tenemos que tomar recaudos con él, pero nada especial. Solo lo que hacemos habitualmente con todos los equipos: revisar sus virtudes e individualidades y tratar de contrarrestarlas”.
El principal dolor de cabeza de Chile los últimos días no estuvo en las filas del rival, sino en las propias: estrellas fundamentales de “La Roja” mostraron señales claras de agotamiento en el duro choque con Australia.
Es un dato crucial para un equipo que basa sus éxitos en la garra, la presión alta y el despliegue físico. Arturo Vidal disputó los 90 minutos en los tres cruces del grupo. Alexis Sánchez, que comenzó el torneo en el banco por una lesión de tobillo, aceleró su regreso y terminó jugándolo todo. Sus gestos de cansancio ante Australia preocuparon: todo el concepto futbolístico de Chile necesita la potencia del primero y la velocidad del segundo.
Con apenas dos días de recuperación tras ese partido -uno menos que Portugal- todo indica que las estrellas que estructuran el juego chileno llegarán a la semifinal con el físico al límite. Pizzi confirmó en cambio que cuenta con los 23 jugadores para el partido de mañana, lo que implica la recuperación de dos estrellas en duda: Gary Medel, sustituido ante Alemania y reservado frente a Australia, y Charles Aránguiz, que salió renqueando frente a los “Socceroos” por una dura patada.
No puede decir lo mismo Portugal. El entrenador Santos no podrá alinear a Pepe, hombre clave en la defensa, por acumulación de amarillas, y parece que tampoco podrá contar con Raphael Guerreiro y Bernardo Silva por problemas físicos.
El primero, baja desde el segundo partido ante Rusia por un fuerte golpe en el pie, volvió a estar ausente hoy en el primer entrenamiento del equipo en Kazán. Silva, sustituido el sábado ante Nueva Zelanda por una lesión de tobillo, apenas pudo entrenarse por separado.
