Paris/AFP
Valérie Leroux/María Elena Bucheli
Las potencias europeas y China iniciaron inmediatamente discusiones el miércoles para intentar salvar un acuerdo histórico sobre el programa nuclear iraní después de que el presidente Donald Trump retirara a Estados Unidos del pacto y volviera a imponer sanciones contra Teherán.
Trump desató una ola de críticas al anunciar el martes que su país se retira del pacto destinado a garantizar el carácter no militar del programa nuclear iraní, una medida que amenaza con deshacer años de esfuerzos diplomáticos y agudizar la inestabilidad en Oriente Medio.
Irán reaccionó con cólera. Diputados iraníes quemaron el miércoles una bandera estadounidense de papel y una copia del acuerdo sobre el programa nuclear en la tribuna del parlamento, al grito de «muerte a Estados Unidos».
En cambio, los rivales regionales de Teherán, Arabia Saudita e Israel, aplaudieron el anuncio de su aliado estadounidense.
Salir del acuerdo nuclear es un «error», advirtió el presidente francés, Emmanuel Macron.
Salvaguardar el acuerdo
Pisoteando más de una década y media de esfuerzos diplomáticos entre Reino Unido, China, Francia, Alemania, Irán, Rusia y las administraciones estadounidenses pasadas, Trump anunció el martes que su país se retira del acuerdo nuclear con Irán.
Describió al pacto, firmado en 2015 por su predecesor Barack Obama, como una «vergüenza» para Estados Unidos y como un acuerdo que no frena las ambiciones nucleares de Irán.
Sin embargo, el organismo de control nuclear de la ONU que se encarga de garantizar que Irán cumpla con los términos del acuerdo, dijo el miércoles que Teherán estaba cumpliendo sus «compromisos relacionados con la energía nuclear».
«Irán está sujeto al régimen de verificación nuclear más sólido del mundo», dijo el director general de la AIEA, Yukiya Amano.
A pesar de la retirada de Estados Unidos, las potencias europeas y China, firmantes del acuerdo de 2015, llamaron el miércoles a salvaguardar el acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
«Vamos a respetar el acuerdo y haremos todo lo posible para que Irán se atenga a sus obligaciones», afirmó el miércoles la canciller alemana Angela Merkel.
«El Reino Unido no tiene ninguna intención de irse» del acuerdo, señaló por su parte el ministro de Relaciones Exteriores británico Boris Johnson.
El líder ruso, Vladimir Putin, manifestó su «honda preocupación» sobre esa decisión, precisamente cuando se apresta a recibir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Proteger los intereses de las empresas
Los europeos prometieron también que harán «todo lo posible para proteger los intereses de sus empresas en Irán», mientras que China dijo que mantendrá «intercambios económicos y comerciales normales» con Irán a pesar de la decisión de Trump.
Estados Unidos amenazó con sanciones a todas las empresas extranjeras que tengan negocios con Irán y les dio un plazo de entre 90 y 180 para finiquitar sus contratos con ese país.
No obstante, el Guía Supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, dijo que Irán también abandonaría el acuerdo nuclear a menos que los europeos ofrezcan garantías «reales» de que las relaciones comerciales continuarán.
«Si no logran obtener una garantía definitiva -y realmente dudo que puedan-, no podemos seguir así», señaló Jamenei en un discurso transmitido por televisión.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Alemania y Reino Unido decidieron reunirse con representantes iraníes la próxima semana «para considerar toda la situación», según dijo el canciller francés, Jean-Yves Le Drian.
En una conversación telefónica, Macron y su homólogo iraní Hasan Rohani acordaron el miércoles trabajar para «seguir implementando el acuerdo nuclear».
‘Guerra psicológica’
Para Trump el nuevo pacto con Irán debería incluir no solo restricciones más severas sobre su programa nuclear, sino también sobre su programa de misiles balísticos.
«No permitiremos que las ciudades estadounidenses se vean amenazadas por la destrucción. Y no permitiremos que un régimen que canta ‘Muerte a Estados Unidos’ acceda a las armas más mortíferas de la Tierra», dijo Trump.
En un mensaje difundido por televisión, Rohani tildó de «guerra psicológica» la decisión de Washington de abandonar el acuerdo y reinstaurar sanciones económicas.
El presidente iraní señaló además que su país podría reanudar el enriquecimiento de uranio «sin límite» en respuesta al anuncio de Trump.
«Esperaremos varias semanas antes de aplicar esta decisión. Hablaremos con nuestros amigos y aliados, los otros miembros del acuerdo nuclear», señaló.
Trump advirtió: «Si el régimen continúa con sus aspiraciones nucleares, tendrá más problemas».
Sin ambages, el general Mohamad Ali Jafari, jefe de los Guardianes de la Revolución, ejército de élite iraní, saludó «la salida de de Estados Unidos del acuerdo».
«Estaba claro desde el principio que Estados Unidos no es digno de confianza», arguye, en tanto Washington y Teherán no mantienen relaciones diplomáticas desde 1980.
Añadiendo que «es obvio que entre Estados Unidos e Irán los europeos elegirán al primero. El enriquecimiento de uranio es un pretexto. La cuestión principal es la capacidad defensiva y balística, así como la potencia e influencia de la Revolución islámica en la región», preconizando «un refuerzo de las capacidades de las fuerzas armadas» iraníes.
Revés para Europa
La decisión de Trump supone una dura derrota diplomática para Europa, cuyos líderes suplicaron al mandatario estadounidense mantener a su país dentro del acuerdo.
El asesor de seguridad nacional estadounidense John Bolton dijo que la cooperación con Europa sobre Irán continuará.
Estados Unidos «trabajará con los europeos y otros países, no solo sobre el tema nuclear sino sobre el desarrollo de misiles balísticos de Irán, su apoyo continuo al terrorismo y sus actividades militares que ponen en peligro a nuestros amigos», dijo Bolton.
Con la decisión de retirarse del acuerdo con Irán, Trump cumplió con una promesa de campaña.
Algunos analistas advierten que la medida complicará los esfuerzos de Estados Unidos para llegar a un acuerdo con el líder norcoreano Kim Jong Un sobre su programa de armas, aún más avanzado que el de Irán.
El exdirector de la CIA, John Brennan, dijo que la medida de Trump «le da a Corea del Norte más razones para quedarse con sus armas nucleares».
El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, impulsor de ese tratado multilateral, salió de su silencio y tildó de «equivocada» la decisión de Trump.