SAN SALVADOR/Sputnik
El Volcán de Fuego, cuya erupción en 2018 dejó más de 300 muertos en poblados cercanos a la capital de Guatemala, disparó gases, cenizas y flujos piroclásticos que abarcan distancias de entre 100 y 120 kilómetros, y obligó a las autoridades a ordenar evacuaciones masivas en comunidades aledañas.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) anunció que 282 familias de las comunidades cercanas ya fueron trasladadas a un albergue y continúan los preparativos para evacuar a lugares seguros a otras personas en caso de ser necesario.
«Entre los recursos con los que cuentan las personas albergadas se encuentran: cobijas, kit de higiene familiar, kit de alimentos, kit de limpieza, agua pura, catres y la Cruz Roja Guatemalteca, como parte del Sistema CONRED, brinda asistencia prehospitalaria para atender las necesidades de los evacuados», agregó la Coordinadora en su web.
La secretaria ejecutiva de la CONRED, Claudinne Ogaldes, precisó que se estima que unas 30.000 personas están en riesgo en los departamentos Sacatepéquez, Chimaltenango y Escuintla, en cuyos límites se ubica el volcán, en el centro-sur de Guatemala.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología informó en su boletín matutino que las cenizas arrojadas por el coloso se dispersan en direcciones noroeste y oeste, abarcando distancias de entre 100 y 120 kilómetros.
«La erupción efusiva del volcán de Fuego continúa activa, produciendo una fuente incandescente de 500 metros de altura sobre el cráter, así como columnas densas de gas y ceniza que alcanzan los 6.000 metros sobre el nivel del mar», agregó la institución.